Mascotas
Construye esta escalera para que tu perro pueda salir por sí solo de la piscina
Los dueños con piscina deberían dedicar unos minutos a pensar en cómo van a proteger a su perro del riesgo de ahogamiento
Cuando enseñamos a un perro a nadar y disfrutar en la piscina, le estamos proporcionando una forma muy divertida de hacer ejercicio. Además, nadar es muy recomendable para los perros, sobre todo para los más mayores y para aquellos que tienen problemas de movilidad o lesiones, porque evita el impacto que sufren las articulaciones al correr. También será una forma estupenda para ayudarle a mantenerse fresco y cómodo en los días más calurosos del verano.
¿Cómo debemos enseñarle a nadar?
El mejor momento para que un perro se acostumbre al agua es cuando todavía es un cachorro, entre las 5 y las 12 semanas. Durante este periodo, los perros absorben las experiencias que influirán en su comportamiento futuro. Si logramos que asocie la piscina y el agua con algo positivo, esto será beneficioso para el resto de su vida.
Por eso, si queremos que nuestro perro aprenda a disfrutar de un buen baño en la piscina, es necesario que lo introduzcamos en el agua de forma paulatina; teniendo en cuenta que, si le ofrecemos buenas experiencias alrededor del agua hoy, mañana se sentirá mucho más predispuesto a entrar en la piscina y disfrutar con nosotros de un buen baño.
La mejor forma de conseguir que el animal aprenda a tranquilizarse en esta complicada situación, es dejar que tenga el control. Podemos darle un “empujoncito” para ayudarlo a entrar, pero el perro debe sentir que puede salir del agua por su propio pie... cuando buenamente quiera. Por esta razón es más fácil que un perro se sienta cómodo entrando en un lago que en una piscina, porque puede hacerlo de forma gradual y porque si no se siente cómodo, puede salirse de nuevo.
En resumen, si queremos que el animal se sienta cómodo al entrar al agua, es importante que sepa que puede salir. Y para eso tenemos que disponer de una salida. Como decíamos antes, esto no será un problema en un lago, en el mar o en una piscina con escaleras de obra. Sin embargo, sí que puede convertirse en un impedimento bastante grande para las personas que pretendan enseñar al perro a nadar en una piscina con escaleras metálicas. En este caso, deberán buscar una solución ingeniosa para que el perro pueda salir de la piscina por sí mismo.
Cómo hacer una escalera acuática canina, paso a paso
Existen varios modelos de rampas y escaleras para perros en el mercado a los que deberíamos echar un vistazo, porque tienen diseños muy interesantes y porque parecen lo suficientemente sólidos como para confiar en que aguantarán durante varios veranos (en general). Ahora bien, todos estos modelos tienen un inconveniente: su precio es un poco más elevado de lo que nos gustaría.
Por eso, desde el periódico LA RAZÓN queremos compartir con nuestros lectores el ingenioso diseño de una escalera de piscina para perros casera que hemos encontrado en internet. El vídeo que muestra este diseño lo publicó hace dos años un pequeño canal de Youtube con sólo 7 suscriptores llamado “hesetue1”. El vídeo paso desapercibido, porque sólo obtuvo 6.000 visitas en estos dos años. Sin embargo, nos muestra un sistema asequible, que además parece bastante fiable.
Para construir estas escaleras caseras, únicamente se necesitan cuatro cajones de plástico de esos que utilizan en la verdulería y en algunos pequeños comercios, que amarraremos con bridas como se muestra en el vídeo, es decir, tres de las cajas dispuestas en forma de escalera y la cuarta haciendo de soporte para la última de ellas.
Es importante que introduzcamos un churro de piscina en la caja que hace de escalón superior. Tal y como explica el autor del vídeo, este flotador le dará un poquito de estabilidad a la estructura una vez esté dentro de la piscina y nuestro perro apoye su peso sobre ella. Para finalizar, debemos atar una cuerda en la parte superior de las escaleras, a unos 8 centímetros del borde que está en contacto con la pared, para que se adapte bien al borde de la piscina y no quede inclinada.
Por último, sólo queda buscar un lugar donde atar los dos extremos de cuerda que mantendrán sujeta la estructura. En el caso concreto del autor del vídeo, él solucionó el problema con dos piquetas en el bordillo de la piscina. Pero cada piscina es diferente, así que cada uno deberemos encontrar la mejor solución a este pequeño inconveniente.
A modo de conclusión, recordamos que es muy aconsejable que todos los dueños de perros que tengan una piscina en su casa dediquen unos minutos al comienzo del verano para pensar en cómo van a proteger a su perro del riesgo de ahogamiento. Algunos optan por colocar una valla para impedir que el animal pueda tropezar y caer por accidente en el agua. Sin embargo, nunca está de más ir un poquito más lejos y preparar una forma paraque el animal pueda salir por su cuenta cuando no estamos ahí para sacarle.
Si no tenemos demasiado tiempo, podemos optar por muchos de los modelos de rampa o escalera que encontramos en tiendas, pero si tenemos un rato, podemos construir esta ingeniosa estructura. El diseño no es perfecto, pero es un primer bosquejo muy prometedor… sobre el que podemos seguir trabajando y al que podemos añadir nuestro toque personal.
✕
Accede a tu cuenta para comentar