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Seguridad
Muchos padres enfrentan la difícil decisión de cuándo dar un móvil a sus hijos. La incertidumbre surge al equilibrar la necesidad de comunicación con la conciencia de los riesgos asociados. Un gran número de padres opta por hacerlo al comenzar la secundaria, mientras que otros prefieren esperar hasta que los hijos alcancen la edad legal para usar las redes sociales, generalmente a los 14 o 16 años. En el otro extremo, hay quienes lo hacen antes, durante la etapa escolar, para que puedan estar en contacto con sus amigos.
Independientemente de la decisión, la mayoría de los padres se sienten inseguros, sabiendo que un móvil mal utilizado puede convertirse más en un peligro que en una herramienta útil. Según UNICEF, la edad media en que los niños disponen de su primer móvil es antes de cumplir los 11 años. Aunque los expertos apuntan a que la edad recomendada para tener el primer teléfono móvil oscila entre los 12 y los 14 años, lo cierto es que el 25% de los niños de 10 años y un 70% de los que tienen 12 años ya usan un móvil de forma habitual.
Según el psicólogo Alberto Soler, quien ha compartido su opinión en TikTok (@asolers), la respuesta a esta pregunta no es sencilla. Antes de decidir, es fundamental definir qué se entiende por "móvil". No es lo mismo dar un dispositivo Nokia antiguo con solo llamadas y sin internet, que ofrecer un smartphone de última generación con acceso ilimitado a la red.
Soler propone un enfoque gradual: empezar por permitir el uso de un teléfono básico para hacer y recibir llamadas, lo que ayuda al niño a entender su utilidad. Con el tiempo, se puede progresar hacia el uso de un smartphone familiar con acceso a internet, siempre bajo supervisión y con control. La idea es educar a los niños sobre los riesgos de internet y las redes sociales de manera progresiva.
El experto subraya que, aunque es importante retrasar el acceso temprano e incontrolado a internet, tampoco es recomendable esperar hasta los 16 años para darles un smartphone sin ningún tipo de supervisión. El equilibrio radica en enseñarles a usar estas herramientas de forma responsable desde una edad temprana.
Es evidente que los niños no necesitan un dispositivo con muchas prestaciones como una enorme capacidad de almacenamiento o cámaras avanzadas. Lo ideal es optar por un móvil sencillo, adaptado a necesidades básicas. Debe tener las siguientes características:
No solo vale con darles el móvil, cuando un niño recibe su primer smartphone, es fundamental que los padres se involucren activamente en su configuración y supervisión. Aquí algunas recomendaciones clave para garantizar un uso seguro y responsable del dispositivo:
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