¿Cuándo hay que quitar el edredón? Esta es la fecha exacta

Con la llegada de la primavera, los días se alargan y las noches empiezan a perder ese frío intenso que caracteriza al invierno. Aunque todavía se cuelan algunas madrugadas frescas, lo cierto es que cada vez resulta más difícil conciliar el sueño arropados hasta las orejas. Las mantas gruesas, que hace solo unas semanas eran imprescindibles, ahora pueden resultar agobiantes. No hay peor sensación que despertarse en mitad de la noche sudando por exceso de abrigo.

Es en este punto del año cuando muchos se preguntan: ¿ya es momento de guardar el edredón? No hay una fecha exacta, pero sí señales claras. El confort al dormir no solo depende de la temperatura exterior, sino también de la que se mantiene dentro de la habitación y, por supuesto, de las necesidades de cada persona.

Cuándo quitar el edredón

Aunque no hay una regla única, los expertos en descanso coinciden en que cuando la temperatura de la habitación supera los 21 grados por la noche, es buena idea sustituir el edredón nórdico por una prenda más ligera, como una colcha o manta fina. Estas opciones permiten seguir arropado sin acumular calor excesivo, algo que puede arruinar la calidad del sueño.

Este cambio no solo depende del clima, sino también de las características de cada hogar y, sobre todo, de cuántas personas comparten la cama. Dormir en pareja puede influir notablemente en la sensación térmica, ya que el calor corporal compartido aumenta el confort incluso con menos abrigo. En estos casos, si uno pasa calor y otro frío, lo ideal es optar por capas finas que se puedan añadir o retirar fácilmente.

Cada cuánto dar la vuelta al colchón

El cambio de temporada es también un buen momento para revisar otros elementos clave del descanso, como el colchón. Si el tuyo es reversible, es recomendable darle la vuelta dos veces al año: una en primavera y otra en otoño. Esto ayuda a mantener su forma y prolongar su vida útil. En caso de colchones nuevos, los fabricantes aconsejan rotarlos una vez al mes durante el primer año para que ambos lados se adapten de manera uniforme al cuerpo.