Cargando...

Hogar

¿Cuánto debes ventilar una habitación en invierno si quieres ahorrar en calefacción?

Renovar el aire sin disparar la factura es posible si se combinan tiempos breves, técnica correcta y control de humedad

¿Cuánto debes ventilar una habitación en invierno si quieres ahorrar en calefacción? istock

Cuando bajan las temperaturas y la calefacción se convierte en una compañera diaria, la ventilación deja de parecer una prioridad y pasa a ser algo que muchos hacen “por intuición”. Sin embargo, airear una habitación en pleno invierno no solo es necesario para la salud: también condiciona cuánto pagarás a final de mes. Pese a su aparente sencillez, ventilar es una técnica que requiere cierto equilibrio. Hacerlo poco aumenta el riesgo de humedad y moho; hacerlo en exceso implica dejar escapar calor valioso en la época del año más cara para climatizar.

¿Cuánto debes ventilar para renovar el aire sin congelar la casa ni derrochar energía?

Los expertos coinciden en que el principal motivo para ventilar es reducir la humedad interior. Un adulto libera al día entre 6 y 12 litros de agua en forma de vapor, según la Agencia Federal de Medio Ambiente alemana (UBA). Duchas, cocinas, secado de ropa y la simple respiración elevan el nivel de humedad relativa, y si esta no se expulsa, acaba condensando en paredes frías, esquinas o ventanas.

El CSIC, en su guía sobre patologías por humedad, advierte de que las habitaciones con calefacción insuficiente o sin ventilación son las más propensas al moho. Y una vez aparece, eliminarlo no solo es caro: también puede afectar a la salud respiratoria.

A esto se suma otro factor: la calidad del aire. El exceso de CO₂, generado por la respiración, puede causar somnolencia y falta de concentración. La OCU recomienda ventilar con regularidad incluso en los meses más fríos para evitar este “aire viciado” que se acumula sin que lo percibamos.

El consenso entre instituciones como el IDAE, la UBA y diversas agencias de consumo europeas es claro: En invierno, lo ideal es ventilar entre 5 y 10 minutos, dos o tres veces al día. No vale abrir una ventana “un poco” durante media hora. Esa práctica, muy habitual, enfría paredes, muebles y estructura, y luego la calefacción necesita mucho más tiempo y energía para devolverlos a la temperatura adecuada.

La técnica más eficiente es:

  • Apertura total de la ventana, nunca en modo abatible.
  • Ventilación cruzada, si es posible, para crear corriente.
  • Máximo 10 minutos, suficientes para renovar el aire sin enfriar la vivienda.
  • La calefacción debe apagarse mientras se ventila.

Con este método, la pérdida de calor es limitada y la recuperación térmica es más rápida.

Organismos como el IDAE y empresas energéticas europeas insisten en que dejar los radiadores encendidos mientras entra aire frío provoca que el sistema intente compensar la caída de temperatura. Esta “pequeña fuga” diaria puede elevar el gasto anual hasta un 10 %, una cifra nada desdeñable en un contexto de precios altos de la energía.

Una vez cerradas las ventanas, basta con volver a encender la calefacción. No hay pérdida significativa si la ventilación ha sido breve.

¿Y si quiero ahorrar aún más? Consejos que funcionan

Para quienes buscan optimizar al máximo el equilibrio entre confort y gasto, los expertos sugieren algunas pautas adicionales:

  • Controlar la humedad: mantenerla entre el 40 y el 60 %. Por debajo reseca el ambiente; por encima favorece el moho. Los higrómetros son baratos y muy útiles.
  • Evitar secar ropa en interiores: dispara la humedad y obliga a ventilar más.
  • Duchas cortas y con extractor: el baño es una de las principales fuentes de vapor.
  • Cocinar con tapa: reduce un 30 % la humedad generada, según la UBA.
  • Aislamiento y ventanas eficientes: una casa bien aislada pierde menos calor al ventilar.

Ventilar en invierno no solo previene problemas de salud y de edificio: también puede ayudar a ahorrar. El secreto está en hacerlo poco tiempo, de forma intensa y planificada. Con unos minutos al día, la vivienda se mantiene sana y la calefacción trabaja menos.