Enfermedades raras

Cuatro de cada 10 personas con asperger han sido violentadas en su sexualidad

Los casos van desde abusos sexuales hasta obligar a ver pornografía contra su voluntad

Tras una situación de abuso, una persona con asperger sufre una "alteración de la sintomatología ordinariamente diagnosticada", aunque la mayoría no lo cuentan por no saber cómo expresarlo.

Al menos cuatro de cada diez personas que viven con síndrome de asperger han sido "violentadas respecto a su sexualidad", ha asegurado hoy Elena Garrido, psicóloga y autora de "Protocolos Jurídico-policiales en síndrome de asperger y otros trastornos del Espectro Autista". Los casos van desde abusos sexuales hasta obligar a ver pornografía contra su voluntad, ha explicado la autora del estudio en un acto de la Fundación ONCE para dar a conocer este protocolo.

El síndrome de asperger es un trastorno severo del desarrollo en el que existen desviaciones o anormalidades en aspectos como las habilidades sociales, el uso del lenguaje con fines comunicativos o torpeza motora. Tras una situación de abuso, una persona con asperger sufre una "alteración de la sintomatología ordinariamente diagnosticada"según ha explicado Garrido, que ha añadido que la mayoría de las víctimas no lo cuentan "no por cuestión de ocultación, sino por no saber cómo expresarlo". Estas personas tienen siete veces más probabilidades de tener algún encuentro con la justicia -bien por la comisión de un delito o como víctimas- que el resto de la población, ha asegurado Garrido.

La autora ha llevado a cabo este estudio, en el que han sido encuestados 97 usuarios de asociaciones de asperger y 317 familias, con la finalidad, entre otras, de sacar a la luz "las cifras negras"de quienes padecen Asperger y se les impide llegar a juicios. "Una persona que tiene asperger no va a contar lo que le ha sucedido a no ser que le preguntes", ha explicado. Por ello, ha insistido en la necesidad de que se adopten protocolos de actuación tanto jurídicos como policiales con los que actuar con personas que padecen este síndrome.

"No es que una persona con asperger no tenga empatía", ha explicado la experta, "sino que le falta la teoría de la mente", es decir, no sabe interpretar el estado emocional y, por tanto, "la intencionalidad de la otra persona".

Por ejemplo, "a una persona con asperger le dices: guarda este paquete en mi casa, eres mi amigo, y él lo va a guardar porque confía en que esa persona es su amigo y no piensa que, ese paquete, pueda ser droga", ha explicado.

Los procedimientos judiciales en los que personas con asperger se encuentran implicados, ya sea como víctimas o enjuiciados, han aumentado en los últimos años, tanto por lesiones como agresiones sexuales o situaciones surgidas en el ámbito familiar.

Por ello, la autora del estudio ha hecho hincapié en la necesidad de que se "traduzcan las afecciones de un Asperger"tanto a jueces como a fuerzas de seguridad.