Opinión

Cuidar sin ser cuidadas

Las mujeres tiran hacia delante dejándose la piel

Una mujer ayuda a otra de avanzada edad PORTAVOZ 12/04/2024
Jesús Abandonado forma a voluntarios de la UMU sobre cuidados paliativos para fomentar 'la cultura de la compasión'PORTAVOZEuropa Press

En la sociedad todo cambia rápidamente, no así en las instituciones y sus leyes que, con su desapego de la realidad y su inconmensurable burocracia, hacen que las ayudas lleguen tarde y mal, o no lleguen. Este es el caso de las ayudas a las mujeres cuidadoras qué, a día de hoy, por una singular ecuación demográfica, cultural y económica se ven, a menudo, cuidando de sus hijos y de sus padres mayores.

Al retraso de la maternidad se suma la mayor longevidad de las personas, lo que causa que mujeres, y hablo de mujeres porque solo el 9% de los varones ejercen esta labor, se vean abocadas a una situación vital insostenible: la de tener que hacerse cargo de hijos y padres longevos. Muchas de estas mujeres, además, son trabajadoras por cuenta ajena, lo que provoca que su estrés, agotamiento y crueldad vital sea insoportable. Sin embargo, tiran para adelante, porque las mujeres somos increíblemente fuertes. Tiran dejándose la piel en una acción tan hermosa como desconsiderada. Es obligación de ellas, dicen las normas sociales. ¿Cómo? Eso es una tradición arcaica y socialmente inmoral. Es de nuestra naturaleza, se dice también.

Pues sí, cuidar de la vida es ser galante con el cielo y con la tierra, y si es de nuestra naturaleza, admirables somos. Pero para poder cuidar en casa, ganar dinerito fuera y ser mujer completa, tienen que cuidarte a ti también porque si no riegas la flor, la flor muere. Los jóvenes no tienen conciencia de cuidar a sus progenitores y los adultos varones, llenos de estrés mental, apenas pueden cuidarse así mismos. La corresponsabilidad de sostener el hogar y sus habitantes, necesita de varios corazones implicados. Los hombres pueden ser excelentes cuidadores, solo hay que educarlos para ello. Mientras, es urgente ayudar a esas grandes mujeres que sostienen la vida con su vida.