Medio Ambiente

La cumbre de París pretende avanzar en un tratado vinculante contra el plástico

La producción mundial de este material se ha duplicado en 20 años, hasta los 460 millones de toneladas

La actriz Shailene Woodley junto al artista y activista Benjamin Von Wong en París
La actriz Shailene Woodley junto al artista y activista Benjamin Von Wong en ParísCHRISTOPHE PETIT TESSONAgencia EFE

El plástico es una bomba de relojería que amenaza al planeta. Tras el acero y el cemento ocupa el tercer puesto como el material más fabricado en el mundo y nos acompaña en muchos actos de nuestro día a día con un impacto brutal del que muchas veces no somos conscientes. La producción anual de plástico se ha duplicado en los últimos 20 años, hasta los 460 millones de toneladas, según datos del año 2019 de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico con sede en París.

La organización prevé que esta producción podría duplicarse de aquí a 2060 si no se toman medidas. Es por ello que desde el pasado lunes se celebra en la sede de la Unesco en la capital francesa una cumbre con representantes de 175 países dentro del marco de Naciones Unidas, con el objetivo de negociar un tratado internacional de perfil restrictivo para 2024 que tenga en cuenta todo el ciclo de vida del plástico, es decir, desde la extracción del petróleo necesario para fabricarlo hasta el reciclaje del mismo.

La de París es la segunda de las cinco etapas previstas para alcanzar el acuerdo. Hace poco más de un año, los países reunidos en Nairobi, Kenia, lograron un principio de acuerdo para poner fin a la contaminación por plástico y ahora toca establecer las bases.

El presidente Macron ha señalado en el marco de la cita que el objetivo es conseguir que el 100% del plástico sea reciclable y aboga por prohibir el de único uso. Ha advertido, además, que eso requerirá invertir en innovación y apoyar a los países que tienen menos recursos para ello. Para predicar con el ejemplo, París ya ha anunciado que prohibirá el plástico de un solo uso de cara a los juegos Olímpicos de 2024. Será el primer evento deportivo «plástico cero», según ha prometido la alcaldesa Anne Hidalgo.

Coalición de países

En el encuentro de la capital francesa se reúnen países con intereses divergentes, pero también ONGs y empresas del sector del plástico, muy a pesar de los activistas en defensa del medioambiente, que también asisten a los debates. A favor de la reducción aboga una coalición de países, liderada por Ruanda y Noruega, incluye entre otros a la Unión Europea (UE), Canadá, y varios países de América Latina, como México, Perú o Chile, que buscan terminar con la contaminación por plástico para 2040. Pero hay resistencia de otros países, que ponen el acento en el reciclaje o en una mejor gestión de los desechos, como China, Estados Unidos, Arabia Saudita y en general los países del cartel petrolero de la OPEP, que intentan proteger su industria petroquímica.

La cascada de datos que estos días circulan por los debates de la cumbre es infinita. Y a cada cual más preocupante. Dos tercios del plástico se desechan al cabo de un único o de muy pocos usos, y menos del 10% de esos desechos se reciclan. Los residuos terminan en los océanos, en el estómago de los pájaros, en las cimas de las montañas, y también se han detectado microplásticos en la sangre o la leche materna.

«Hay que asegurarse que el tema del reciclaje no reemplace al debate sobre la producción de plásticos», ha advertido Christophe Béchu, ministro francés de Transición Ecológica, quien ha subrayado que es importante que el tratado que se adopte sea «vinculante» y que esté «dotado de medios» financieros, sobre todo para ayudar a los países más desfavorecidos a aplicar las medidas.