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Demasiado jóvenes para ser madres

Alerta de Naciones Unidas. En España, desde 1992, el número de menores de 15 años embarazadas no ha dejado de aumentar

Un total de 7,3 millones de adolescentes menores de 18 años dan a luz cada año, según el informe 'Maternidad en la niñez' del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que detalla que dos millones de ellas son niñas menores de 15 años.

Ser madre adolescente es un indicador más del nivel de desarrollo de un país, de ahí que sea un problema, en principio, relegado a los países con menos recursos económicos y así lo refleja el informe que presentó ayer el Fondo de Población de las Naciones Unidas, que aborda la problemática de la maternidad en la niñez. Sin embargo, en la presentación del estudio ayer en Madrid, la ginecóloga Isabel Serrano, integrante de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), recalcó que el embarazo adolescente también persiste en nuestro país: «A pesar de la educación, de acuerdo con los datos del INE, desde 1992, el número de menores de 15 años que han dado a luz no ha dejado de subir en los últimos años, aunque la tasa de las adolescentes de 17 años sí que ha bajado», afirma la experta.

Sólo en 2011, 3.289 adolescentes dieron a luz en nuestro país, 145 partos fueron de menores de 14 años y «sólo un tercio de ellas son inmigrantes», aunque tenemos la idea de que es un tema cultural. «Todo está relacionado con la pobreza, por eso temo que la crisis aumente el número de adolescentes embarazadas que creen que tener un niño es el único sentido que le encuentran a su vida». No tienen proyecto de vida y abandonan los estudios a una edad muy temprana. «Sólo fantasean con tener un bebé sin tener en cuenta sus consecuencias», explica Serrano. Es más, uno de los motivos por los que consideran que tener un hijo es una buena opción es que «creen que la sociedad las va a ayudar, van a cuidar de ellas, pero no es así». La ginecóloga habla con conocimiento de causa: «Por mi consulta pasan muchas niñas que creen que el Estado les va a ofrecer apoyo y no es así». Sorprende, pero «en momentos de mayor pobreza y de crisis las fantasías de ser madre aumentan».

Yuliza tiene 14 años y hace sólo seis días que dio a luz a su hijo Duleikis. Al otro lado del teléfono se la escucha feliz, no parece asustada, aunque los últimos meses de embarazo han sido un poco duros: «Me ha subido mucho la tensión y me tuvieron que realizar una cesárea», explica la joven mientras se oye el jaleo de una casa llena de niños de fondo. Su novio, ocho años mayor que ella, la ha apoyado y, al contrario que la mayoría de adolescentes de su edad, «nunca valoré la opción de abortar. Cuando me enteré de que estaba embarazada sólo pensé en seguir adelante». Eso sí, tuvo que recurrir a la ONG Red Madre para que la ayudaran económicamente. Yuliza, al igual que muchas jóvenes de su edad, no usó métodos anticonceptivos para evitar el embarazo: «Nunca los habíamos usado pero si volviera atrás creo que lo haría». Lo dice, pero con poca convicción. Aunque mientras se recupera del parto no va a clase, la joven mamá quiere terminar sus estudios: «Me gustaría ser peluquera».

El caso de Yuliza no es raro en más de 40 países del mundo donde trabaja la ONU para evitar que las niñas se conviertan en mujeres demasiado pronto. «Cada día, 20.000 niñas dan a luz y no saben que para las menores de 15 años el embarazo puede acarrear consecuencias catastróficas», aseguró ayer Laura Laski, subdirectora general de Políticas de Desarrollo de la ONU.