Alimentación
Desarrollan un método que averigua si la leche materna contiene contaminantes
Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado un nuevo método bioanalítico que permite averiguar sin errores y mediante una sencilla prueba si la leche materna de una mujer contiene contaminantes como parabenos y bisfenol A.
La investigación se ha llevado a cabo en una muestra formada por 10 madres que amamantaban a sus hijos de la provincia de Granada y que participaron de forma voluntaria en el estudio, ha informado hoy la Universidad granadina.
Los científicos analizaron la presencia en la leche de estas mujeres de cinco importantes contaminantes emergentes en leche humana: los parabenos metil, etil, propil y butilparabeno, y el bisfenol A, peligrosos productos químicos.
La metodología propuesta por los autores de este trabajo, que se aplicó a las muestras de leche procedentes de estas madres que daban el pecho a sus hijos, permite detectar cantidades de hasta 0,1-0,7 nanogramos del contaminante analizado en un mililitro de leche.
Según Rocío Rodríguez y Alberto Zafra, investigadores del departamento de Química Analítica de la Universidad de Granada, aunque el número de muestras analizadas en este trabajo es pequeño, "es importante resaltar que prácticamente todas las muestras estaban contaminadas con alguno o varios de los compuestos estudiados".
El método empleado abre la puerta a estudios generales más amplios, en los que se aumentará el número de madres analizadas, explican.
En las últimas décadas, el desarrollo industrial ha provocado un enorme aumento de la exposición humana a numerosos xenobióticos capaces de causar efectos adversos en la salud.
Esto, agregan, es especialmente importante en el caso de una serie de sustancias químicas sintéticas, denominadas disruptores endocrinos químicos, que interfieren con la función normal de las hormonas.
"Se trata de una amplia gama de productos químicos que podemos encontrar en los alimentos que consumimos habitualmente, y también en el aire y el agua", indican los investigadores, que destacan de entre ellos el bisfenol A o los parabenos.
En los últimos años se ha demostrado la capacidad de estas sustancias químicas para interferir en importantes funciones fisiológicas.
Las principales vías de exposición humana a estos compuestos son la vía dérmica de contacto, por ingestión directa o por inhalación.
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