Desarticulan un clan internacional que pagaba 100.000 euros por niñas expertas en robos

La Policía Nacional, en colaboración con las autoridades francesas, belgas y alemanas ha desarticulado el clan de los Ravosalevitz, dedicado al robo en viviendas del lujo y que se ha saldado con 48 detenciones a lo largo de los dos últimos años. El clan seleccionaba viviendas en barrios de lujo y entraban a robar joyas, dinero en efectivo y cajas fuertes. Las joyas, sobre todo las de oro, las fundían y las sacaban de España para venderlas. Una de las características que diferenciaba a los Ravosalevitz es que utilizaban a menores de edad para cometer los robos. Para ello, pagaban unos 100.000 euros por cada menor, que las instruían desde muy temprana edad. A los 14 o 15 años, las casaban con miembros del clan y las desplazaban a lo largo del país para que cometieran los asaltos. El valor de las niñas variaba en función de sus habilidades para forzar las puertas de las viviendas y para poder cometer atracos.

Esta organización ocultaba a estas niñas en Tarragona y las desplazaban por el país en transporte público. Una vez cometido el robo, escondían el botín en zulos construidos específicamente para este robo y regresaban a su escondite. Pasados unos meses, para no levantar sospechas, regresaban al lugar del robo y recuperaban la mercancía robada.

El clan estaba perfectamente organizado y tenían a las menores muy adiestradas. Cuando alguna era capturada y enviada a un centro de menores, recibía la visita de una de las "matronas"de la organización, que le daba instrucciones precisas para que pudiera escapar y volver con su "familia". En cuanto a la captación, comenzó en serbia, pero se ha ido extendiendo a las afueras de Milán y París.

Fruto de esta investigación sobre asaltos a viviendas de lujo, el juez autorizó las escuchas telefónicas que de manera casual alertaron a los investigadores que estaban buscando un riñón para uno de los miembros del clan, en el que había tres españoles. Cuando el responsable del clan le encargó a su mano derecha que le buscara un riñón, éste, de nacionalidad árabe, localizó a la víctima, una persona sin recursos y montó un engaño para convencerlo. Primeramente, le dijo que necesitaban su sangre, pero la propuesta no acababa ahí. Cuando descubrió las verdaderas intenciones de los miembros del clan, se echó atrás, por lo que los miembros del clan le dieron una paliza.

Solo en serbia y han pasado a las afueras de parís y de milán

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Ravosalevitz