Rebajas

Descienden un 7,7 % los delitos y faltas en los comercios

Los delitos y faltas cometidos en comercios han descendido en un 7,7% en los últimos cuatro años y solo un 10 % de este tipo de infracciones registradas en 2012 se hicieron en establecimientos comerciales, ha informado hoy la Policía Nacional.

Su Dirección General ha puesto en marcha esta semana el Plan "Comercio Seguro"para garantizar la seguridad de los comerciantes y consumidores, para lo que distribuye mil guías que recogen distintas medidas para protegerse, las infracciones más comunes y pasos a dar en caso de ser víctima de un delito.

La Policía ha marcado entre sus líneas estratégicas la protección de la economía como uno de los aspectos esenciales de la seguridad, lo que implica proteger el sistema financiero español y garantizar la seguridad en el comercio frente a la amenaza que representa la delincuencia.

El Plan "Comercio Seguro"ha sido impulsado desde la corresponsabilidad de todas las instituciones públicas y privadas implicadas, impulsando nuevas medidas para proporcionar un entorno más seguro a los comerciantes.

Este sector supone el medio de vida de casi dos millones de personas y representa el 12 % del total de la economía española.

Entre las acciones que se van a desarrollar, destaca el refuerzo de la seguridad ciudadana en aquellos espacios de mayor riesgo para los comerciantes, distribuidores o consumidores, proporcionándoles todo tipo de información sobre las medidas de seguridad que deberían adoptar para evitar convertirse en víctimas.

También se perfeccionarán los procesos de planificación y ejecución de las medidas policiales de lucha contra la delincuencia en el sector comercial y se fomentará la colaboración con el personal de seguridad privada.

Las guías recogen las formas delictivas y hurtos más comunes, como el chicle en joyerías; el capote; las bolsas recubiertas de aluminio para evitar el funcionamiento de los chips de seguridad, o la típica técnica de la mancha.

Recuerda también las estafas más habituales en los establecimientos comerciales en el pago con billetes o monedas; el cambio de códigos de barras; el cajero bloqueado o manipulado; el phishing; el carding o la venta fraudulenta de productos y servicios a través de Internet.