Ciencia

Descubierto el mecanismo que regula la hormona de la saciedad

Un estudio señala que también controla el reloj biológico de las células de la grasa

Parte de los investigadores que han participado en el hallazgo
Parte del equipo de investigadores del Grupo Diamet del IISPV que ha participado en el estudio: Lídia Cedó Giné, Teresa Villanueva Carmona, Sonia Fernández-Veledo y Joan VendrellLa Caixa

Un estudio ha permitido conocer el mecanismo a través del cual los adipocitos (células del tejido adiposo o grasa corporal) producen la leptina, una de las principales hormonas que regula el apetito. Se ha identificado, además, que este nuevo mecanismo regula el reloj biológico de las células de la grasa. De hecho, se sabe que los adipocitos tienen un reloj interno propio (independiente de factores externos como la luz), imprescindible para que el tejido adiposo realice correctamente sus funciones.

El estudio ha sido publicado en la revista «Cell Metabolism» y está liderado por el grupo de investigación en Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Diamet) del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IIPSV), y vinculado al Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona. La investigación, que ha recibido cerca de un millón de euros de la Fundación «la Caixa» y de la Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Ciencia e Innovación), representa un hito muy significativo no solo desde lo fisiológico (ya que ayuda a mejorar la comprensión sobre los procesos biológicos que controlan el peso corporal), sino también para el abordaje de enfermedades metabólicas como la obesidad.

En palabras de Sonia Fernández-Veledo, investigadora del IIPSV y responsable del Diamet: «Si todo funciona correctamente, cuando comemos los niveles de leptina en sangre aumentan. Esta hormona es responsable de mandar la señal de saciedad a nuestro cerebro. En las personas con obesidad se produce más leptina que en las delgadas, pero a su vez se desarrolla un fenómeno que se conoce como resistencia a la leptina, que significa que el organismo no responde a esta hormona. Las personas con obesidad tienen por lo tanto el mecanismo de saciedad y freno de ingesta de alimentos alterado. Nuestro estudio no solo demuestra el mecanismo por el cual los adipocitos producen leptina, sino también por qué la grasa de las personas con obesidad lo hace de forma excesiva».

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en todo el mundo son obesas, datos que siguen al alza. La obesidad –alerta la OMS– se asocia con la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y relacionadas con la salud mental, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y cáncer.

El succinato, un metabolito energético que puede actuar además como una hormona a través de su receptor SUCNR1, tiene un papel muy relevante en estos procesos. El grupo Diamet es referente internacional en el estudio de este metabolito en las enfermedades inflamatorias y metabólicas. En palabras de Sonia Fernández-Veledo: «Creemos que el succinato regula de manera natural la homeostasis energética, es decir, las funciones internas de nuestro organismo que controlan que haya un equilibrio entre la ingesta y el gasto energético. En este estudio demostramos que uno de los mecanismos es a través de la producción de leptina y, por tanto, de la sensación de saciedad, pero tendrá otras funciones fisiológicas actuando en otros tejidos. Además, demostramos que el succinato determinaría las oscilaciones de la leptina a lo largo del día mediante el control del "reloj biológico" de los adipocitos. En las personas con obesidad este mecanismo está hiperactivado, lo que explicaría, en parte, los niveles elevados de leptina".

Este avance científico representa un punto de inflexión en el tratamiento de la obesidad y abre las puertas a futuros estudios destinados a investigar no solo otras funciones metabólicas del succinato, sino también a explorar terapias que permitan restaurar este mecanismo, consiguiendo así que sus niveles, así como los de la hormona leptina, puedan ser estabilizados y recuperen este mecanismo de saciedad.

El estudio ha recibido financiación de la convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud (de la Fundación ”la Caixa”) y de la Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Ciencia e Innovación). Ha sido posible gracias a la unión del esfuerzo y compromiso de varias instituciones: el Centro de Investigación Biomédica en Red-Diabetes y Enfermedades Metabólicas (Ciberdem), el Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), los Centres de Recerca de Catalunya (CERCA), la Universidad Rovira i Virgili (URV), el Hospital Universitario Juan XXIII, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IBI) Sant Pau, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Instituto de Investigación Biomédica de Gerona (IDIBGI) y la Universidad de Gerona.