Descubre los inesperados beneficios de consumir crustáceos e insectos en tu dieta

Según esta investigación, la digestión de la quitina puede activar el sistema inmunológico y, como resultado, contribuir a una mejor digestión y a contrarrestar la obesidad.

El estudio se llevó a cabo en ratones libres de gérmenes que carecían de bacterias intestinales, lo que permitió a los investigadores observar directamente cómo la quitina afectaba al sistema inmunológico y al metabolismo. Los resultados revelaron que la digestión de la quitina activa una respuesta inmune innata en el estómago, lo que lleva a un aumento en la producción de enzimas llamadas quitinasas. Estas enzimas son responsables de descomponer la quitina, que es una sustancia insoluble que requiere condiciones ácidas severas para ser digerida.

Lo sorprendente es que esta respuesta inmunológica se produce incluso en ausencia de bacterias intestinales, lo que sugiere que las quitinasas del propio organismo son las principales responsables de este proceso. Sin embargo, cuando los ratones tenían bacterias intestinales, la quitina de su dieta afectaba la composición bacteriana en el tracto gastrointestinal inferior, lo que indica que las bacterias también se adaptan a este tipo de alimento.

Lo más interesante del estudio fue que los ratones que comieron quitina pero no pudieron descomponerla ganaron menos peso, acumularon menos grasa corporal y mostraron resistencia a la obesidad en comparación con los ratones que no consumieron quitina o los que sí lo hicieron pero pudieron descomponerla.

Estos hallazgos sugieren que la quitina podría tener un papel importante en el control de la obesidad y el metabolismo. El equipo de investigación planea continuar investigando para determinar si agregar quitina a la dieta humana podría ser beneficioso para controlar el peso y mejorar la salud metabólica.