
Salud
Si detectas alguno de estos comportamientos en tu hijo es probable que tenga hiperactividad
Los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden presentarse como síntomas mayormente de inatención

Es normal que los niños tengan dificultad para enfocarse o portarse bien en algún momento. Sin embargo, en los niños con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad estos comportamientos no desaparecen con la edad. Los síntomas continúan, pueden ser intensos y pueden causarles dificultades en casa, en el colegio o con amigos.
La hiperactividad no es fácil de definir. A menudo depende del observador. El comportamiento que parece excesivo para una persona puede no parecerlo para otra. Pero ciertos niños, cuando se les compara con otros, claramente son más activos.
Algunas personas con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad presentan principalmente síntomas de falta de atención. Otras, en su mayoría, tienen síntomas de hiperactividad e impulsividad. Este trastorno puede afectar en las relaciones sociales y el rendimiento escolar de los niños y los adolescentes, pero existen tratamientos eficaces para controlar sus síntomas.
Signos de falta de atención
Un niño con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad:
- No presta mucha atención a detalles o comete errores aparentemente por descuido en las tareas del colegio.
- Le es difícil mantener la atención en los juegos y las tareas, lo que incluye las conversaciones, los exámenes o las asignaciones largas.
- Tiene problemas para escuchar atentamente cuando se le habla directamente.
- Le resulta difícil seguir las instrucciones o terminar las tareas, o las comienza, pero deja de concentrarse y se despista fácilmente.
- Tiene dificultad para organizar trabajos y actividades, como hacer tareas en secuencia, mantener sus materiales y pertenencias en orden, administrar el tiempo y cumplir con los plazos.
- Evita las tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido, como las tareas escolares.
- Pierde las cosas necesarias para hacer las tareas o realizar las actividades, como los libros, las gafas y los móviles.
- Se distrae fácilmente con pensamientos o estímulos no relacionados.
- Es olvidadizo durante las actividades diarias, como hacer tareas del hogar o mandados y acudir a citas.
Signos de hiperactividad e impulsividad
- Se mueve y se retuerce mientras está sentado.
- Se levanta y se mueve constantemente cuando debería permanecer sentado, por ejemplo, en clase.
- Corre, da vueltas o se trepa a cosas en momentos inapropiados o, en la adolescencia, a menudo se siente inquieto.
- No puede jugar o participar en pasatiempos en silencio o calladamente.
- Está constantemente en movimiento o actúa como impulsado por un motor.
- Habla excesivamente.
- Responde preguntas antes de que se terminen de hacer o acabar las frases de otras personas.
- Tiene dificultad para esperar su turno, como cuando hace fila.
- Interrumpe a otros o se entromete, por ejemplo, en conversaciones, juegos o actividades.
Síntomas de la hiperactividad
Para recibir un diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad, los síntomas deben haber estado presentes antes de los 12 años. A los niños de hasta 16 años se les diagnostica este trastorno si han tenido al menos seis síntomas persistentes de falta de atención o seis síntomas persistentes de hiperactividad e impulsividad que han estado presentes durante al menos seis meses. Los síntomas deben ocurrir en dos o más entornos (por ejemplo, en casa o el colegio o con amigos o familiares) e interferir en la calidad del funcionamiento social o escolar.
El estrés, los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión y otras afecciones o enfermedades físicas pueden causar síntomas similares a los del trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación exhaustiva para determinar la causa de los síntomas.
Los síntomas pueden cambiar con el tiempo, a medida que el niño crece y pasa a la preadolescencia y la adolescencia. En los niños pequeños con este trastorno, la hiperactividad y la impulsividad son los síntomas más frecuentes.
Al aumentar las demandas académicas y sociales, los síntomas de falta de atención llegan a predominar y comienzan a interferir en el desempeño académico y las relaciones con los compañeros. En la adolescencia, a menudo, la hiperactividad es menos grave y puede aparecer como inquietud o nerviosismo.
Psicoterapia e intervenciones psicosociales
Existen varias intervenciones psicosociales que han mostrado que ayudan a los niños y sus familias a controlar los síntomas y mejorar el funcionamiento diario.
- La terapia conductual tiene como objetivo ayudar a la persona a cambiar su comportamiento. Puede incluir asistencia práctica, como ayudar a organizar tareas o completar los deberes escolares, aprender habilidades sociales o monitorear el propio comportamiento y recibir elogios o recompensas por actuar de la manera deseada.
- La terapia cognitivo-conductual ayuda a la persona a ser más consciente de los retos de atención y concentración, así como a esforzarse por forjar habilidades para mejorar la concentración.
- La terapia de familia y de pareja puede ayudar a los miembros de la familia a aprender a controlar los comportamientos problemáticos, fomentar cambios de conducta y mejorar las interacciones con los niños.
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