Detenidos un agente español y otro marroquí por haber facilitado el paso de inmigrantes por la frontera de Melilla

Dos agentes de las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes han sido detenidos, en una operación que desarrolla la Guardia Civil de Melilla, por, supuestamente, facilitar el paso de inmigrantes ilegales a través de la frontera de Beni Enzar. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, la operación está aún abierta y no se descartan nuevos arrestos. Las cantidades que cobraban a los inmigrantes era de unos 6.000 euros, según las mismas fuentes.

Medios de prensa marroquíes se hacen eco hoy de la operación y la atribuyen a la colaboración policial entre ambos países y los datos que Rabat facilitó en su momento. El diario “Assabah”señala que los servicios de seguridad marroquíes facilitaron “valiosa información a sus homólogos de la península Ibérica sobre la implicación de determinados elementos de los servicios de seguridad españoles en redes delictivas”.

El asunto se remonta al momento en que "los servicios marroquíes de la DGSN en colaboración con los de la DGST habían detenido a dos marroquíes que trabajaban en el servicio de control de pasaportes en el puesto fronterizo de Beni Enzar. Estaban involucrados en redes criminales de trata de personas e inmigración ilegal”.

La investigación abierta entonces por los servicios marroquíes había revelado las conexiones de estos dos individuos con un español que trabajaba en el servicio de seguridad español en el paso fronterizo de Melilla.

“La detención de este español había supuesto la detención de otro marroquí, titular de un permiso de residencia en España; desempeñaba el papel de intermediario entre las personas que desean acceder de forma clandestina e ilegal a Melilla y los servicios de seguridad españoles implicados en este tráfico en la ciudad”.

Según la investigación realizada por los servicios competentes de los dos países, “los miembros de esta red implicados en la inmigración ilegal recibieron sumas de dinero que oscilaban entre los 70.000 y los 100.000 dirhams (6.000 y 7.000 euros) por cada persona”. Según el diario, “hacían la vista gorda ante el acceso de personas candidatas a la inmigración a través de coches en el paso reservado a los automovilistas sin control alguno”.