Videos

El Alfa Romeo delata a «El Chicle»

La Guardia Civil sitúa su coche en el puente a la hora en la que se arrojó el móvil de Diana al mar. El intento de rapto de otra joven en Boiro ha propiciado su detención.

Diana Quer, en una foto de archivo
Diana Quer, en una foto de archivolarazon

La Guardia Civil sitúa su coche en el puente a la hora en la que se arrojó el móvil de Diana al mar. El intento de rapto de otra joven en Boiro ha propiciado su detención.

El equipo conjunto de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia civil de La Coruña procedió ayer a la detención de un individuo conocido como «El Chicle» (J.E.A.G.), así como su compañera, en su casa de Outeiro, en Rianxo, a dos kilómetros de donde un mariscador halló el teléfono móvil de Diana Quer.

Han tenido que pasar 494 días, en los que la Benemérita no ha dejado de trabajar en el caso una sola jornada, y un supuesto «fallo» cometido por este individuo, los que han permitido la reapertura de un caso que permanecía provisionalmente «archivado». Reza el dicho policial que el criminal siempre vuelve al lugar del crimen; y se podría añadir que, en este caso, sí se confirma la relación con la desaparición de Diana Quer, que vuelve a intentar cometer el mismo delito. «El Chicle» (no se facilitó entonces su nombre ni su alias) era uno de los principales sospechosos, tal y como adelantó LA RAZÓN. Tiene antecedentes por varios delitos y faltas, entre ellos una agresión sexual, tráfico de drogas, marisqueo ilegal, etcétera. En un suceso un tanto extraño, cuando se sabía en la lista de los sospechosos pero explicable para los expertos en individuos tendentes a la agresión sexual, protagonizó la semana pasada una serie de hechos que se iniciaron con el intento de robo del teléfono móvil a una joven sudamericana y el intento de introducirla en el maletero de un coche.

La suerte se alió con la joven y pudo zafarse de «El Chicle», de unos 36 años, gracias a la presencia de otras personas en el lugar. Seguidamente, presentó la correspondiente denuncia y aportó numerosos datos, no sólo de su agresor, sino del automóvil que conducía. Incluso facilitó algunas letras y números de la matrícula. Explicó que llegó a ser amenazada con un arma blanca, pero logró huir gracias a la ayuda de esas personas, que ahora deberán prestar declaración. Nada más conocerse los hecho, saltaron las alarmas en la unidad conjunta de la UCO y de la Comandancia de la Coruña.

Con los datos obtenidos en los últimos meses, algunos de singular importancia, el puzzle empezaba a completarse. Una treintena de agentes de la UCO se desplazaron urgentemente a Galicia para establecer las coincidencias de dichas pistas con los sucesos de la semana pasada. Una de las primeras diligencias fue el registro, ayer por la mañana, de dos domicilios de los detenidos. «El Chicle» es un individuo «curtido» en declaraciones policiales; es de los que piensan que se las saben todas. De hecho, que se sepa, fue uno, tal y como publicó este periódico, de los que fueron llamados a prestar testimonio cuando el teléfono de Diana Quer fue desencriptado por una empresa israelí radicada en Munich, la misma que hizo esta operación con algunos de los implicados en el proces catalán.

No se ha revelado si el posicionamiento del móvil de la joven madrileña coincidía con el del detenido pero, de ser así, las pruebas contra el arrestado se acumularían de una manera concluyente. Pero hay otra evidencia que, de seguro, será puesta sobre la mesa de interrogatorios. Los especialistas de la UCO han empleado centenares de horas en determinar, por la hora en que el teléfono de Diana fue lanzado al mar, el modelo y marca de los vehículos que pasaron por la zona, el Viaducto de la Ría de Arousa. Era de noche y las cámaras que hay en el lugar sólo captaban unos coches que pasaron a esas horas; más en concreto, los faros. En una auténtica «labor de chinos», los agentes han conseguido, con técnicas novedosas que no conviene divulgar, en las que se ha tenido en cuenta hasta la humedad de ese día, los modelos de coche que transitaron por el lugar a la hora en que se produjo el lanzamiento. ¿Coincide alguno de esos vehículos con alguno de los que utilizaba El Chicle? El juez y los investigadores han pedido la mayor discreción hasta que se resuelva este asunto. Sin embargo, algunas fuentes aseguran que por allí pasó a esa hora un Alfa Romeo como el del detenido. Pero hay más evidencias, también de carácter técnico, que la UCO ha logrado incorporar a las investigaciones y que bien utilizadas en un interrogatorio ponen en evidencia al mejor experto en declarar ante las Fuerzas de Seguridad.

Además, está su compañera que, al parecer, le ha ofrecido hasta ahora una coartada irrefutable. ¿La seguirá manteniendo si, al final, su pareja se ve involucrada en caso de Diana Quer?

El detenido, tal y como informó este periódico desde el comienzo del caso, ha estado siempre en el punto de mira de los agentes encargados de dar con el paradero de la joven madrileña. Sin embargo, las mismas fuentes insistieron en que no se puede afirmar de manera rotunda, hasta que no se concluyan las diligencias, si este individuo será acusado de los hechos ocurridos con la chica de Boiro o de la desaparición de Diana, de ninguno de los dos o de los dos.

Su mujer, también detenida, difundía casos de desaparecidas

Rosario R.F., la esposa de «El Chicle», abandonó esposada el cuartelillo de la Guardia Civil en Padrón, del que salió sobre las 17:30 horas de ayer, acompañada de su marido, con destino hacia la Comandancia de La Coruña. Rosario R.F. fue detenida y posteriormente interrogada ante la posibilidad de que pudiera haberse convertido en cómplice de su marido. Fue introducida en un vehículo de la Guardia Civil por agentes de la UCO, que se desplazaron a Galicia para analizar la posible relación entre la agresión denunciada esta semana en Boiro y la desaparición de la joven madrileña Diana Quer en A Pobra, en agosto del pasado año 2016. Rosario R.F. contrajo matrimonio con el acusado el 20 de diciembre de 2003, y tienen una hija en común, de entre doce y catorce años. Llama la atención el hecho de que, en sus redes sociales, Rosario R.F. suela contribuir a la difusión de fotos de personas desaparecidas en Galicia. Si bien fuentes de la Guardia Civil han advertido de que es pronto para establecer relaciones entre la agresión de Boiro y el caso de Diana Quer, esa posibilidad será investigada.