
Medio Ambiente
Dos de cada tres cigüeñas en España tienen plásticos
Sobre todo al consumir gomas elásticas y elementos con silicona en vertederos, según un estudio

Dos tercios de las cigüeñas blancas en España tienen materiales plásticos en sus tractos digestivos, por lo que la `basuraleza¿ o el abandono de residuos en el medio ambiente no solo afecta a los ecosistemas, sino también a la salud de los seres vivos.
Así se desprende de un estudio dirigido por Chabier González, técnico del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca (CRFS), situado en Zaragoza.
El estudio, publicado en `Ardeola¿, la revista científica de SEO/BirdLife, se basa en el análisis mediante necropsia de 1.550 cigüeñas blancas fallecidas entre 1997 y 2019, de las cuales 1.045 tenían contenidos plásticos en sus tractos digestivos, aunque estos no fueran la causa de sus muertes.
De estos 1.045 individuos, 342 aves (un 32,7%) portaban contaminantes sólidos y en 142 de esos casos (un 41,5%) se observaron dos o más categorías de contaminantes sólidos en el mismo animal, sobre todo gomas elásticas, detectadas en 200 ventrículos, seguido de la silicona, que se encontró en 66.
Estos resultados demuestran una vez más el peligro que supone el abandono de residuos en el campo y su exposición en vertederos al aire libre para determinadas especies de aves.
Además de averiguar el número de ejemplares afectados, el estudio se enfoca en conocer el grado de afección, así como de evaluar la posible variación de esa incidencia entre grupos de edad, en diferentes sustratos de alimentación, en la época del año y conociendo la causa de la muerte de cada individuo.
Según los autores, la presencia de contaminantes sólidos en el aparato digestivo no difirió ni en cuanto a la edad ni al sexo. Y queda clara es la asociación de la presencia de estos materiales en el aparato digestivo de las cigu¨eñas con la búsqueda de alimento en vertederos, lo que podría también estar relacionada con la ingesta masiva de gomas abandonadas en campos de cultivo.
"El material hallado con más frecuencia (19,1%) fueron las gomas de embalar, seguidas por las tiras de silicona (6,3%). Estos dos materiales tienen gran capacidad para formar ovillos que atrapan al resto del contenido entre los lazos y dan origen a grandes masas imposibles de eliminar en forma de egagrópila, la única vía de expulsión posible, ya que al intestino de las cigüeñas solo ingresan materias líquidas o semilíquidas, nunca sólidos, ni siquiera pelo de micromamífero", según González.
Este investigador indica que otros materiales encontrados fueron cuerdas de embutido con grapas de aluminio unidas, en tanto que esquirlas de vidrio, papel, tela o cerámica aparecieron en cantidades muy pequeñas, normalmente unos pocos fragmentos de unos milímetros.
Por edades, no se detectaron diferencias significativas en cuanto a proporción de aves que habían ingerido estas sustancias, pero sí respecto a su cantidad. Un 8% de los pollos de nido presentaban altos volúmenes de gomas en la molleja, frente a un 3,3 % de adultos.
Respecto al lugar de alimentación, las cigüeñas con contenido digestivo atribuible a vertedero eran las que con más frecuencia habían ingerido gomas y otros contaminantes (70,8%) y un 19,2% presentaban volúmenes altos.
La presencia de plásticos y siliconas no se limita a los basureros, pues un 24 % de las aves cuya ingesta era compatible con alimentación en campos de cultivo y la misma proporción en las que habían comido en zonas húmedas poseían gomas en la molleja.
"No es para nada infrecuente hallar en campos de agricultura intensiva gomas desechadas, que pueden alcanzar grandes densidades en determinadas épocas, en concreto cuando se cambian las gomas ancla que fijan los frutales en espaldera a sus tutores, o cuando se colocan bolsas a los melocotones para protegerlos de los insectos", subraya González.
Los autores señalan que la lista de objetos de caucho que provocan obstrucciones o dificultades digestivas no se limita a las gomas de embalar, e incluye juguetes con forma de presas, como ranas, peces o serpientes, pero también sondas urinarias, tetinas de biberón, incluso jeringas de gomaespuma para arrojar agua.
"Tienen todos características en común que comparten con otro de los materiales más hallados, la silicona. Todos ellos de forma alargada y consistencia elástica, igual que muchas de las presas habituales de la cigüeña común", explica González.
El otro material hallado con frecuencia y en cantidad a veces importante en los tractos digestivos es la cuerda de embutido con grapas. En este caso, se presupone que se ingieren porque todavía se hallaban unidas a restos cárnicos.
Esto también ocurre con las varillas de bambú afiladas para la confección de pinchos de carne, que, tras ser tragadas junto con restos de la misma, perforan el tracto digestivo y causan septicemias (respuesta orgánica a una infección) e incluso, en un caso, lesión medular.
Respecto a por qué la cigüeña confunde tantos residuos con alimentos, la necesidad de obtener un balance positivo entre la energía invertida en el golpe de pico y la obtenida de la presa obliga a estas aves a ser poco selectivas, limitándose a seleccionar a través de la vista la presa y tantear rápidamente su consistencia con el pico antes de tragarla con rapidez, según los autores.
"Este era un sistema que funcionaba muy bien cuando todo lo alargado y elástico o depresible que podía haber en un campo eran lombrices, serpientes, etc. Pero nuestra falta de concienciación y las deficiencias en la recogida selectiva de residuos han convertido esta táctica en muy peligrosa para esta especie", lamenta González, informa Servimedia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar