Educación

La reválida de Bachillerato será como la PAU y la de la ESO sólo se hará en algunos centros

Educación da el «primer paso» en busca del pacto educativo al suavizar las exigencias en las pruebas finales. El PSOE lo valora como «un paso adelante, pero insuficiente»

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, junto al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el Congreso
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, junto al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el Congresolarazon

Educación da el «primer paso» en busca del pacto educativo al suavizar las exigencias en las pruebas finales. El PSOE lo valora como «un paso adelante, pero insuficiente»

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha dado ya lo que él considera un «primer paso» en busca del pacto educativo al suavizar las exigencias de las reválidas previstas para 4º de la ESO y 2ª de Bachillerato que tendrán que realizarse este curso académico.

El jueves remitió a las comunidades autónomas un nuevo texto de proyecto de real decreto ley que regula cómo deben ser estas pruebas y que deja muy claro que las reválidas no contarán a efectos de nota, salvo la que se realiza al concluir Bachillerato y sólo para los que quieran entrar en la universidad. «Se suspenden sus efectos académicos durante un tiempo prudencial y suficiente hasta alcanzar un pacto nacional por la Educación», dice el texto que se discutirá en una reunión prevista con las autonomías el próximo 28 de noviembre. Ahora queda por concretar qué es lo que se considera un tiempo «prudencial y suficiente».

El Ministerio de Educación ahora propone que la reválida de 4º de la ESO, la que realizarán alumnos con edades de entre 15 y 16 años, se haga en todas las comunidades autónomas sin excepción, pero no será necesario que sea en todos los institutos españoles, como estaba previsto, sino sólo en algunos. Serán las autonomías las que determinen cuáles son los institutos elegidos. Así, la prueba pasará de ser «censal» a «muestral».

Los alumnos tendrán que someterse en total a seis exámenes sobre asignaturas troncales pero sólo de los contenidos que hayan estudiado en 4º de la ESO. Es decir, habrá examen de Geografía e Historia, Lengua, Matemáticas e Inglés y luego de dos materias a escoger entre las troncales de cada opción: Biología o Geología, Economía, Físíca y Química o Latín, o bien dos materias del grupo compuesto por Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional, Iniciación a la Actividad Emprendedora y Tecnología.

La nota de la prueba final de Bachillerato sí contará para entrar en la universidad, como venía ocurriendo ahasta ahora con la PAU. De hecho, lo que pretende el Ministerio es que sea lo más parecida posible a la PAU o la selectividad y ha propuesto que los alumnos se examinen sólo de los contenidos que estudian en segundo de Bachillerato, y no se incluyan algunos de primer curso, como ocurría en borradores anteriores.

En total, habrá seis exámenes sobre asignaturas troncales: Historia, Lengua, Matemáticas e Inglés y luego habrá que elegir dos materias del grupo formado por Biología, Dibujo, Fisíca y Química; bien del grupo compuesto por las materias de Economía, Griego, Historia del Arte, Historia de la Filosofía y Geografía; o bien del tercer grupo compuesto por Cultura Audiovisual, Artes escénicas y Diseño.

Los consejeros socialistas de Educación valoraron ayer los cambios que quiere introducir Méndez de Vigo en las evaluaciones como «un paso adelante, aunque insuficiente», en materia educativa. Consideran que aún «queda un trecho» para llegar a un acuerdo. Mientras, el Consejo de Ministros acordó ayer pedir al Congreso que revoque la admisión a trámite de una proposición del PSOE para suspender la aplicación del calendario de la Lomce. Según Méndez de Vigo, suspenderla pondría en riesgo 600 millones de euros del fondo social europeo con los que se financia la aplicación de la Lomce.

El TS no suspende los exámenes

El bloqueo a las reválidas por la vía judicial que iniciaron las comunidades socialistas para frenar su implantación no surte efecto. Tribunal Supremo rechazó ayer suspender cautelarmente el Real Decreto que aprobó el Gobierno en el que se regulaban las evaluaciones finales de la ESO y de Bachillerato, es decir, las «reválidas», tal como habían solicitado Extremadura y Aragón. En la sentencia de la Sala Social se rechaza que exista un «riesgo de perjuicio irreparable» para esas comunidades si no se suspendiese la citada norma antes de que se resuelva sobre el fondo. Los magistrados argumentan que el citado real decreto prevé realizar las evaluaciones al final del curso escolar 2016/2017, por lo que hay tiempo para que, con la suficiente antelación, el alto tribunal resuelva.