Barcelona
Un rector para luchar contra el déficit
No atraviesa la extrema situación económica de la de UPC o la UAB, pero la Universidad de Barcelona (UB) tampoco está pasando por su mejor momento. Con una deuda de 66 millones, el mayor campus catalán (81.000 estudiantes) disputará el día 22 las elecciones a rector. El actual, Dídac Ramírez, se enfrenta a otros tres catedráticos para tomar la batuta de la gestión. El gran reto del ganador será el de asumir un bache económico afectado especialmente por el Parque Científico de Barcelona, con una deuda de 110 millones.
La carrera electoral ya está en marcha. Ramírez apuesta por una gestión continuista, formada por un equipo de 10 vicerrectores. Un cambio, según explica, basado «en un modelo científico-humanístico que se contrapone a una visión economicista de la universidad». Apuesta por una «buena gestión» que elimine el déficit y «mejoras en la investigación» con «un aumento del más del 50% de ingresos en proyectos y en artículos de impacto». El rector quiere mejorar un 10% el rendimiento académico de los estudiantes y conseguir «autonomía» para participar con independencia en el debate de la gobernanza. Para superar la deuda, Ramírez asegura que cuenta con un plan para incrementar las fuentes de recursos: «Un programa de fundraising (aportaciones voluntarias) con ex alumnos» y «potenciar la dimensión internacional de la docencia y la investigación».
Las alternativas
La catedrática de Fisicoquímica de la Facultad de Farmacia, Victoria Girona, promete «reducir sustancialmente la estructura de gobierno: el equipo de vicerrectores y de delegados del rector que, en los últimos tiempos ha aumentado exponencialmente, así como la estructura de gerencia contando especialmente con el personal propio, altamente calificado, y transparentando las retribuciones y criterios de selección de personal directivo».
Para Girona, sus objetivos a corto plazo son «abordar la situación económica» con un plan de estabilidad presupuestaria eficaz que priorizará el ámbito académico y de la investigación». Los recortes, no obstante, serán imprescindibles: «Habrá que hacer políticas de austeridad, pero por sí solas ni nos permitirán salir de la crisis ni situarán a la Universidad de Barcelona en las mejores condiciones para seguir siendo un referente en la investigación y docencia en el futuro inmediato», indica la candidata.
Joaquim Gutiérrez, catedrático de Fisiología e Inmunología y decano de la Facultad de Biología, ofrece una candidatura basada en «cuidar» a las personas. «Debemos evitar los despidos. Hacer la carrera del PAS más atractiva y motivadora, mejorando su formación en tecnologías e idiomas para hacer la Universidad más eficiente, de mayor calidad e internacionalidad. Su apuesta económica pasa por «políticas de ahorro y racionalización del gasto, priorizando el personal, la docencia y la investigación, y evitando gastos innecesarios. Consiguiendo recursos con políticas de mecenazgo, "merchandising", formación de post grado, etc., y mejorando la colaboración de los sectores sociales».
El catedrático de Anatomía Patológica, Josep Antoni Bombí, define su candidatura como «alternativa» y apuesta por un proyecto de universidad «despierta». ¿Cómo lograrlo? «mejorando el contacto de los estudiantes con el mundo laboral con empleos relacionados con los trabajos de final de grado y Máster» y «buscar alianzas con instituciones públicas y privadas para mejorar los recursos». Su objetivo a corto plazo es «recuperar la credibilidad interna y externa» del centro.
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