Embarazo
El bebé de 500 gramos que sobrevivió en una bolsa, cumple su primer año
Los médicos improvisaron este envoltorio para que no perdiera temperatuda
Pixie nació en Reino Unido tras 28 semanas de gestación y con un peso de 500 gramos. Durante sus primeros minutos de vida, llegó a perder peso. Los médicos idearon una sorprendente forma de mantenerlo con vida. Lo metieron en una bolsa para sandwich para que conservara el calor y recuperara su temperatura. Esta decisión le salvó la vida a Pixie, que cabía en la mano de su madre. Los especialistas pensaban que no sobreviviría más de una hora, pero el "pequeño duendecillo"-nombre con el que fue apodado en el hospital- luchó por su vida y un año después ya está en su casa.
Su madre, Sharon Grant, de 37 años, recordó que "tan pronto como nació, le pusieron un pequeño sombrero y metieron su cuerpo en una bolsa para mantener su temperatura corporal. Después le envolvieron en un plástico de burbujas y se lo llevaron a cuidados intensivos. Tenían que haberlo metido en otro tipo de bolsa, pero no había otra en el quirófano en ese momento".
Pixie nació tres meses antes de que el embarazo llegara a término porque en los primeros escáneres sirvieron para detectar que había dejado de crecer a las 20 semanas. El cordón umbilical y la placenta no lo alimentaban como precisaba. Por ello, Sharon tuvo que ingresar constantemente en el hospital para monitorizar el crecimiento. Pero en 8 semanas, tan sólo cogió 20 gramos por lo que tuvieron que provocarle el parto. "Fue tan aterrador tener que ir constantemente al médico y todas las noticias que me daban los médicos eran malas. Fue horrible. Querían que aguantara y cogiera peso antes de dar a luz pero no estaba creciendo como pensaban", dijo a "Mirror"
Así, a las 18 horas del 11 de mayo los médicos decidieron que tenían que provocarle el parto. Así, fue trasladada desde el Hospital Royal Cornwall al Hospital de Derriford Plumouth, donde le practicaron una cesárea. Cuando Sharon llegó, su presión arterial era tan alta que no podían operarla porque podría poner en peligro su vida. Finalmente, a las 3 de la mañana del día siguiente recuperó los valores normales y dio a luz a Pixie, con su marido Edward a su lado.
"No llegué a verla durante seis horas, porque tenía que ir a la recuperación, pero cuando estuve lo suficientemente recuperada como me llevaron a la UCI", recuerda. Pixie tuvo que pasar tres meses en una incubadora y su madre no pudo abrazarla durante 18 días porque cada vez que lo hacía, la niña perdía peso, algo que debido a su delicado estado de salud no podían permitirse los médicos. Durante ese tiempo, la pequeña sufrió una infección estomacal, de orina y le tuvieron que realizar 10 transfusiones de sangre".
Tuvieron que pasar dos meses para que Pixie comenzara a recuperarse y a ganar peso. A los cinco meses pudo regresar a casa con sus padres. Tenía un cuerpo de un bebé de dos meses y ya no necesitaba oxígeno para respirar.
De momento, la niña no ha salido mucho de casa y recibe pocas visitas porque no puede estar en contacto con personas o niños enfermos porque un simple resfriado podría provocar que le tuvieran que volver a poner oxígeno para respirar.
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