Houston

El dramático caso de Alondra, secuestrada por su padre durante ocho años

Momento en el que Alondra se marcha con su padre, fue la última vez que Dorotea vio a su hija
Momento en el que Alondra se marcha con su padre, fue la última vez que Dorotea vio a su hijalarazon

Reynaldo Díaz acudió a un punto de encuentro fijado por las autoridades para recoger a su hija en un aparcamiento de un restaurante de comida rápida de Houston (Texas) y pasar unos días con ella. Su hija, Alondra, de cinco años, ajena a lo que iba a vivir, se despedía de su madre moviendo la mano de lado a lado y esbozando una gran sonrisa. Era 1 de junio de 2007. Díaz no acudió a entregar a la niña y ahora, ocho años después, acechado por la policía mexicana y norteamericana, ha decidido entregarla de nuevo con su madre, informa Univisión.

La madre de Alondra, Dorotea García, no ha parado de luchar para recuperar a su hija. No quiere que encarcelen al padre, sólo poder reunirse de nuevo con ella. Dorotea era víctima de malos tratos y su marido llegó a amenazarla con un cuchillo. Por ello, decidió pedir la custodia de la niña y un juez se la dio, precisamente ese fue el mismo día que vio por última vez a Alondra.

En ese momento, comenzó una lucha que parece que llega a su fin. Díaz cruzó la frontera con su hija y se instaló en México. Primero fue a buscar el cobijo de su familia, que le dio la espalda. Durante todo este tiempo ha vivido escondido en México.

Dorotea, desesperada porque la familia de su ex marido no le proporcionaba información, decidió contratar a un detective privado que encontró a una joven de la misma edad y del mismo nombre en Guanajuato, que vivía con una familia que conocía al secuestrador. Todo cuadraba, menos el apellido, Luna Núñez. Las autoridades tardaron tres meses en actuar, tiempo que tardó en llegar la orden de Interpol, pero la respuesta fue tan contundente como dramática. A pesar de la resistencia de sus padres, los policías sacaron a Alondra Luna del colegio y se la entregaron a Dorotea, que la llevó directamente a Houston.

Para aclarar si realmente eran familia, se les tomó muestras de ADN, que cuatro días después demostraron que no había parentesco entre ellas. Después de unos días de convivencia, Dorotea regresó el pasado 22 de abril con su familia, que ya ha anunciado medidas legales por lo ocurrido.

Dorotea reconoció su error pero dice que fue responsabilidad de las autoridades mexicanas y estadounidenses, porque fueron ellas las que decidieron sacarla de su familia para trasladarla a Houston.

Tras este terrible hecho, Dorotea prosiguió su lucha y gracias a la intervención de la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos (FIND), podrá reunirse con su hija. La Fundación contactó hace dos semanas con Reynaldo en Jalisco, que accedió a entregar a la niña. En principio la entrega se iba a producir en Jalisco, pero el padre tuvo miedo a ser detenido y fue finalmente la abuela de la menor la que la llevó a Michoacán para la entrega. Dorotea ya se encuentra de nuevo en México para realizarse de nuevo las pruebas de ADN y poder llevarse a su hija a casa para tratar de recuperar el tiempo perdido.