Desapariciones
El entorno del novio, con antecedentes por drogas, en el punto de mira
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, manifestó ayer que no se descarta por el momento «ninguna hipótesis» sobre la desaparición de Sandra Capitán, de 26 años, y su hija Lucía Bugines, de seis, en paradero desconocido desde el pasado sábado.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, manifestó ayer que no se descarta por el momento «ninguna hipótesis» sobre la desaparición de Sandra Capitán, de 26 años, y su hija Lucía Bugines, de seis, en paradero desconocido desde el pasado sábado.
Antonio Sanz destacó, en declaraciones recogidas por Ep, que desde la denuncia de la desaparición de la mujer embarazada y su hija «se han activado todos los protocolos», también por la «no localización» de su actual pareja: un hombre de 55 años, de nacionalidad turca y con antecedentes penales por delitos contra la salud pública, entre otros, al que la Policía tiene identificado desde el primer momento.
El delegado de Gobierno hizo estas declaraciones durante un acto en el Centro Penitenciario de Puerto III, en Cádiz, no sin antes recordar que «debemos respetar» el secreto de sumario que ha decretado el titular del juzgado de instrucción número 19 de Sevilla, que ha asumido esta causa.
La denuncia por la desaparición de la mujer y su hija fue interpuesta el pasado lunes después de que su ex pareja y padre de la pequeña Lucía alertara a la familia cuando su ex esposa no acudió a la cita que tenían para dejarle a la menor y no contestaba al teléfono.
La familia decidió entonces entrar en el domicilio y comprobó que habían dejado la comida a medio hacer y sólo faltaba el bolso de ella.
El delegado del Gobierno aseguró que tiene «confianza plena» en la Policía Nacional que investiga el suceso, y que, de momento, no descarta ninguna hipótesis. «Es preferible actuar bajo el abanico de todas las posibilidades», subrayó Sanz, que destacó la necesidad de localizar a las personas desaparecidas y no «poner en peligro» sus vidas.
Por último, Sanz insistió en que las Fuerzas de Seguridad pondrán «todo el empeño» en investigar este caso. Al tratarse de una denuncia por desaparición, la investigación la está llevando a cabo el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía.
Sandra, que está embarazada de tres meses de su actual pareja, mide 1,75 metros de estatura y tiene el pelo largo y castaño, mientras su hija Lucía tiene un brazo escayolado como consecuencia de una lesión. Ambas residen en la barriada de Bellavista. El teléfono móvil de Sandra está apagado desde el pasado sábado, mientras que su vehículo está aparcado en las inmediaciones de su vivienda.
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