Laura L. Álvarez
La juez cita como investigado por homicidio imprudente al dueño de la finca donde cayó Julen
El Ministerio Público estima que "ya se pueden hacer varias hipótesis de los momentos previos de la fatal caída del pequeño"
La juez ha citado en calidad de investigado por un delito de homicidio imprudente al dueño de la finca de Totalán (Málaga) donde está el pozo en el que murió Julen.
La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha citado para el 22 de febrero en calidad de investigado por un delito de homicidio imprudente al dueño de la finca de Totalán (Málaga) donde está el pozo en el que cayó y en el que murió el niño de 2 años Julen el pasado 13 de enero.
Esta citación se produce después de que la Fiscalía haya pedido que se le citara como investigado al entender que ya se podían hacer varias hipótesis de los momentos previos de la fatal caída del pequeño, según han confirmado a Efe fuentes judiciales.
El ministerio público entiende que tras el estudio de toda la documentación y atestados de la Guardia Civil es el momento de "depurar, si es que las hubiere, las responsabilidades penales de las personas intervinientes".
Esta mañana, la Fiscalía había solicitado a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, que investiga las circunstancias de la muerte del pequeño Julen, que citara en calidad de investigado al dueño de la finca. Se trata de la primera imputación en el caso del pequeño que cayó a un pozo ilegal de 71 metros hace hoy justo un mes en la localidad de Totalán (Málaga). El representante del Ministerio Público también pide la declaración pero en calidad de testigos de otras personas, como el pocero, los padres del niño, guardia civiles o los senderistas que paseaban por la zona y dieron la primera voz de alarma cuando escucharon el revuelo en la finca del cerro de la Corona de Totalán.
La Fiscalía parece posicionarse así, al menos de forma inicial, sobre el cruce de acusaciones entre el dueño de la finca (pareja sentimental de la prima de Juan Roselló, padre de Julen) y el pocero. Desde que ocurriera la tragedia, ambos se culpaban sobre quién había dejado destapado ese pozo que carecía de todos los permisos. Mientras el pocero sostenía que él lo había dejado tapado con una piedra (y no sellado, como obligaría la legislación), el dueño de la finca, David Serrano, aseguraba que fue él quien lo tapó con unos bloques de hormigón. Así lo explicó en una rueda de prensa semana pasada donde, acompañado por su abogado y por un arquitecto, explicó que después de comenzar la obra para un muro de contención (también sin permiso) el hueco del pozo quedó "señalado"por dos bloques de hormigón para que ningún adulto pudiera meter un pie o se pudiera caer algo a esa profundidad. Nunca se le pasó por la cabeza que un niño cabría por el pequeño agujero y argumentaba que hasta su hija, de edad similar a la de Julen, correteaba aquel día por la finca en esa comida familiar que preparaban y que acabó en tragedia.
No quedó muy claro, no obstante, cómo el pequeño pudo mover esos dos bloques para caer por en medio o, si la forma en que dice que los colocó, dejaba el espacio suficiente para que entrase un niño.
Todas estas cuestiones deberá contestarlas ahora ante la magistrada que estudia el caso y que ya tiene el informe completo de la Guardia Civil, un documento remitido los últimos días a este juzgado de Málaga.
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