El georradar no detectó ninguna señal ostológica en La Majaloba

Una vez finalizada la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en la Majaloba, a todo el mundo le asaltaba una pregunta: Si los investigadores están convencidos de que está en la zona y el georradar marcó siete zonas en las que excavar, de las que dos fueron denominadas "zonas calientes", ¿por qué no ha aparecido el cadáver? Porque las señales recogidas por el georradar eran bastante débiles, no había una señal clara de restos ostológicos, según explico el geofísico Luis Avial y responsable de las pruebas. Luis confiesa que ha sido muy minucioso en la búsqueda y que las zonas que marcó correspondían a zanjas, a zonas en las que podía haber escombros que impidieran recibir la señal ostológica. Sin embargo, a pesar de saber que no había indicios claros, a Luis no le ha sentado nada bien el fracaso de esta nueva búsqueda. "Lo peor es la familia, que no podrá descansar", dijo. A pesar de todo, se mostró convencido de que Marta del Castillo está en La Majaloba y que la Policía la va a encontrar. El responsable de Cóndor Georradar reconoce que el trabajo no ha sido fácil y que sólo se ha analizado un 8 por ciento del terreno con el georradar.

La búsqueda finalizó a las dos de la tarde de ayer, después de tres días de búsqueda, en los que además de abrir el suelo en las zonas indicadas por el goerradar y la termografía aérea, se abrió una zanja en la que hay una tubería de canalización de unos 800 metros. Se cavó cada seis metros, en las zonas de las juntas de las tuberías, que en la época en la que se produjo el asesinato se encontraban abiertas porque se estaba probando si perdía agua. Para ello, se metió presión en la cañería y se observaba si en agua salía por alguna de las juntas. La familia de Marta se encuentra destrozada porque había albergado muchas esperanzas en esta nueva búsqueda, incrementadas el primer día tras localizar escombros y una malla de obra. Ellos le siguen dando credibilidad a la última versión de Miguel Carcaño, según la cual fue su hermano Francisco Javier el que mató a Marta y el que le acompañó hasta la zona para abandonar el cuerpo en una zanja, en la que había malla de obra, en la que echaron escombros y a la que volvieron días después a echar cal viva. La Policía ha centrado la investigación en La Majaloba porque según el testimonio del asesino confeso de Marta, que fue condenado a 21 años de prisión, pasaron por una gasolinera de la carretera de Sevilla a La Rinconada, vio unas casas iluminadas, y enseguida giraron a la izquierda por un camino y dejaron el cuerpo de Marta junto a una torre de luz. Sin embargo, ninguna de las dos veces que los agentes excarcelaron a Carcaño y le llevaron a la zona, supo marcar el lugar exacto.

A partir de ahora, la investigación deberá volver a empezar, según confesó ayer Antonio del Castillo. Hay que dar un paso atrás para ver por dónde se continúa porque la búsqueda en la finca queda descartada. Lo que no descartó el padre de Marta es que los agentes vuelvan a entrevistarse con Carcaño en busca de nuevas pistas.