El hermano de Carcaño, imputado por homicidio

Miguel Carcaño le ha perdido el miedo a su hermano Francisco Javier Delgado y ratificó punto por punto ante el juez su séptima versión de los hechos. Visiblemente cambiado, con el pelo muy largo y sin ocultarse, llegó a la Audiencia de Sevilla escoltado por una treintena de Policías.

Miguel Carcaño le ha perdido el miedo a su hermano Francisco Javier Delgado y ratificó punto por punto ante el juez su séptima versión de los hechos. Visiblemente cambiado, con el pelo muy largo y sin ocultarse, llegó a la Audiencia de Sevilla escoltado por una treintena de Policías.

A las puertas del juzgado, una nube de periodistas intentaba sin éxito arrancarle una palabra al asesino confeso de Marta del Castillo. Poco después de las cinco de la tarde comenzó su declaración ante el juez, que se prolongó durante hora y media.

Fuentes cercanas al caso confirmaron que Miguel Carcaño, como si tuviera el guión bien aprendido, realizó una declaración sin fisuras y confirmó línea por línea los casi ocho folios de la declaración que hizo ante los agentes del Grupo de Menores de la Policía (Grume). No se apartó ni un ápice. En cuanto al lugar exacto de La Rinconada, a unos 10 kilómetros de Sevilla, en la que se deshicieron el cuerpo, volvió a ofrecer detalles vagos, sin concretar nada, sin dar ninguna información de interés y habló de una extensión de terreno inmensa.

Cuando fue preguntado por el magistrado Francisco de Asís Molina sobre las causas de esta nueva declaración, Carcaño indicó que «no había hablado antes por miedo a mi hermano». Durante la hora y media de declaración, respondió a una decena de preguntas del juez, del abogado de su hermano y del representante de la familia de Marta del Castillo. Al finalizar el interrogatorio, José María Calero, abogado de Francisco Javier Delgado, dijo que «no le parece creíble» esta nueva versión y que «en breve» puede emprender acciones legales contra el asesino de Marta del Castillo por imputarle falsamente un delito. En la misma línea se manifestó el representante del Ministerio Fiscal, que a la salida de los juzgados indicó que no le da ninguna credibilidad a esta nueva declaración.

Comparecencia

Sin embargo, el juez decidió imputar a Francisco Javier como autor de un delito de homicidio, que no significa que crea en su culpabilidad, sino que es una fórmula legal para poder volver a interrogar a Francisco Javier, situación que se producirá a lo largo de la semana. En el caso de que la versión del hermanastro de Carcaño choque frontalmente con la ofrecida ayer por Miguel, podría plantearse la posibilidad de establecer un careo entre ambos.

En esta séptima versión de los hechos, el asesino confeso de Marta, condenado a 21 años y tres meses de prisión, indicó que el día del crimen llegó a casa de su hermano en la calle León XIII, donde le estaba esperando Marta. Cuando entró en el piso, Francisco Javier le increpó por haberse gastado los 2.000 euros de la cuenta común que iban a ser destinados a pagar la hipoteca.

En ese momento, comenzaron a discutir y Francisco Javier dio un puñetazo a Carcaño en el estómago. Marta, al oír la pelea, salió de una habitación y Francisco Javier la empujó a otra estancia y le propinó varios golpes con la culata de su arma de fuego. Poco después llamó a Miguel para que llevara un tensiómetro, que confirmó la muerte de Marta. Después, trasladaron el cuerpo en una silla de ruedas y lo introdujeron en un coche. Carcaño siguió al coche de su hermano en la moto hasta una zanja de La Rinconada, donde metieron a Marta y la cubrieron con escombros. Un día después regresaron al mismo lugar para desenterrar el cuerpo, echarle cal viva y lo volvieron a ocultar.

Después de 14 visitas a la cárcel, los agentes del Grume lograron esta nueva versión de los hechos y acompañaron a Miguel en dos ocasiones a que les señalara el punto exacto en el que se deshicieron del cuerpo, pero Miguel dijo que no recordaba el lugar exacto y sólo se limitó a decir que era en una zanja de La Rinconada, a la que se llegaba por un camino rural cercano a la autovía.

Siguiendo los pasos de «El Cuco»

Miguel Carcaño apareció ayer en el juzgado a cara descubierta, con rostro serio, pero con nueva imagen. Tal y como ocurrió con «El Cuco», durante su internamiento se ha dejado el pelo largo, lo que no impidió que los cerca de 30 periodistas que le esperaban lo reconocieran de inmediato

La Rinconada, una encrucijada para el juez del caso

Después de los últimos acontecimientos, Francisco de Asís Molina, encargado del caso Marta del Castillo, deberá decidir si inicia una nueva búsqueda. El problema es que las seis versiones anteriores de Carcaño han supuesto un gasto para las arcas públicas de más de 600.000 euros. Por ello, el magistrado interrogará a Francisco Javier y, en función de su declaración, decidirá cuál es el próximo paso. La decisión no es fácil, porque negarse a ordenar una nueva exploración supondría un varapalo para la familia de Marta, que lleva cuatro años esperando para enterrar el cuerpo de la adolescente. Sin embargo, si no tiene datos que delimiten la zona, será difícil que decida reiniciar las labores de rastreo.