Tribunales

El juicio a Pablo Ibar entrará el 15 de mayo en fase de sentencia

El jurado comunicará antes del 22 de mayo si recomienda cadena perpetua o pena de muerte para el hispano-estadounidense

Pablo Ibar, durante su comparecencia ante un tribunal en EEUU / Efe
Pablo Ibar, durante su comparecencia ante un tribunal en EEUU / Efelarazon

El jurado comunicará antes del 22 de mayo si recomienda cadena perpetua o pena de muerte para el hispano-estadounidense

La fase final del juicio a Pablo Ibar comenzará el próximo 15 de mayo, según fijó este lunes el juez de Florida (EE.UU.) Dennis Bailey, y en ella el jurado decidirá si recomienda la pena de muerte o la cadena perpetua para el hispano-estadounidense, acusado de tres asesinatos.

A partir de esa fecha, la fiscalía y la defensa podrán presentar argumentos y testigos a favor y en contra, respectivamente, de que Ibar sea condenado a la pena de muerte y el jurado tendrá hasta el 22 de mayo para comunicar su recomendación al juez.

Al terminar la presentación de pruebas, argumentos y testimonios en un tribunal de Fort Lauderdale, al norte de Miami, ambas partes tendrán un turno para establecer sus argumentos de cierre, tras lo cual el jurado se retirará a deliberar sobre la sentencia.

Para recomendar la pena capital, los doce miembros del jurado tienen que pronunciarse de manera unánime, no así en el caso de que la decisión sea de cadena perpetua.

Si la sentencia recomendada es la pena de muerte, el juez tiene la potestad de rebajarla a cadena perpetua, pero no dispone de capacidad legal para hacerlo al contrario, aumentar esta segunda a condena a muerte.

Previamente, el 1 de mayo, se celebrará una conferencia de seguimiento entre las partes y el juez para comprobar y examinar la marcha de diferentes aspectos procesales.

El padre de Ibar, Cándido Ibar, dijo hoy a Efe que su hijo se encuentra muy afectado y con el ánimo muy bajo, después de que el pasado 19 de enero el jurado le declarase culpable, por unanimidad.

Un veredicto que todavía mantiene a Cándido en estado de incredulidad porque, resaltó, "no solo no ha habido nuevas pruebas"en este cuarto juicio que incriminen a su hijo, sino que resulta, en su opinión, incomprensible a la luz de los dictámenes científicos presentados por expertos de la defensa.

Cándido Ibar puso además en tela de juicio la imparcialidad del juez Bailey por varias de sus negativas a que el jurado escuchara testimonios de peritos, viera pruebas exculpatorias y, sobre todo, no tomase medidas tras comprobarse que se había roto claramente la cadena de custodia de una prueba.

Se trata, en este último caso, de una camiseta hallada en el lugar del triple crimen a la que se practicaron nuevas pruebas de ADN y que llegó a un laboratorio en un sobre con el precinto parcialmente abierto y deteriorado.

La fiscalía encontró en nuevas pruebas una traza mínima de ADN con una coincidencia parcial con el de Ibar a través del programa de un laboratorio que no es aceptado generalmente en la comunidad científica forense.

En ese sentido, la bolsa en la que llegó la camiseta estaba abierta y se puede sospechar de una posible contaminación de la prenda por transferencia de mínimos restos de ADN de Pablo Ibar, según reconoció en el juicio la técnica del laboratorio que recibió la prenda.

Ibar, nacido hace 46 años en Fort Lauderdale (Florida), de padre español y madre cubana, fue condenado en 2000 a la pena de muerte por los asesinatos de Casimir Sucharski, Marie Rogers y Sharon Anderson, cometidos en casa del primero, un empresario de clubes nocturnos, en junio de 1994.

Ibar pasó dieciséis años en el corredor de la muerte hasta que en 2016 la Corte Suprema de Florida anuló la condena dictada en 2000 por considerar que las pruebas contra él eran escasas y débiles y ordenó celebrar un nuevo juicio.

La fase oral de este cuarto juicio se inició el 26 de noviembre pasado en Fort Lauderdale y el jurado declaró culpable a Ibar, que lleva preso casi veinticinco años.

Ibar fue hallado culpable de los seis cargos a los que se enfrentaba, tres de ellos por asesinato en primer grado, además de robo y robo a mano armada, por la muerte a tiros y por la espalda de las tres víctimas.