Tribunales

El jurado declara a Sergio Morate culpable de los asesinatos de Marina Okarinska y Laura del Hoyo

El jurado da por demostrada su autoría en el doble crimen de Cuenca. El asesino afirmó en prisión que estuvo cerca de pactar 26 años de condena.

Sergio Morate, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Cuenca. EFE/José del Olmo
Sergio Morate, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Cuenca. EFE/José del Olmolarazon

El jurado da por demostrada su autoría en el doble crimen de Cuenca. El asesino afirmó en prisión que estuvo cerca de pactar 26 años de condena.

Tras más de seis horas de deliberación a puerta cerrada, el jurado da por demostrada la culpabilidad de Sergio Morate, acusado del doble asesinato de Marina Okarynska –su ex novia– y Laura del Hoyo –amiga de Marina– el 6 de agosto de 2015 en Cuenca. En ambos casos, la decisión ha sido tomada por unanimidad. Así, tras las seis sesiones celebradas esta semana en la Audiencia Provincial de Cuenca y las docenas de pruebas y testimonios escuchados, el juicio queda visto para sentencia. El jurado popular, compuesto por siete hombres y dos mujeres, respondió a un total de 36 preguntas entregadas por el presidente de la Audiencia Provincial, José Eduardo Martínez Mediavilla. Y en todas ellas consideró probados los hechos expuestos por el Ministerio Fiscal.

A la espera de conocer la pena, Morate manifestó en una de sus salidas del Centro Penitenciario Madrid VII en Estremera que «estuvo a punto de pactar 26 años de condena, pero al final se echó para atrás porque tiene confianza en salir mejor parado sin pacto», según fuentes consultadas por LA RAZÓN. «Se planteó a lo largo de la instrucción la posibilidad de reparación indemnizatoria a las víctimas, que es un atenuante. Pero no se aceptó. Además, Morate está declarado insolvente», explicó una de las acusaciones del caso. Aunque generalmente son 20 años de pena, este «límite» «se amplía hasta los 25, 30 o 40 años» para delitos graves.

Desde que comenzó el juicio, el acusado «no se junta con el resto de internos que salen a diligencias judiciales. Va solo». En concreto, a otros presos que van a juicio o salen para ir al hospital se les traslada primero al módulo de ingresos, salidas y tránsito, donde se les toma la huella para comprobar su identidad y tienen autorización de salida antes de subir todos juntos al furgón o al autobús. Mientras, «Morate sale solo de aislamiento, sin juntarse con otros internos, y se le toma la huella rápidamente antes de ser entregado a los agentes de la Guardia Civil» que le trasladan hasta la Audiencia Provincial de Cuenca. Además, mientras que para las salidas de otros internos suele haber varios furgones en la zona en la que después subirán a los vehículos o al autobús, para Morate se pone «el furgón de forma lateral a la puerta de salida de ingresos para evitar que tenga que sortear otros vehículos y que pueda tener visión o contacto con otras personas». Todo ello se debe a que los internos, cuando son considerados peligrosos, van solos. Asimismo, se está controlando al resto de reos para que «no le vean mucho e intentar que no le increpen demasiado». Al principio se utilizaban cinco funcionarios para este fin; ahora van solo tres. Todo un trasiego que podría evitarse si pernoctara en la cárcel de Cuenca en una celda aislado. El problema es que el centro no cuenta con un perfil alto en seguridad.

Aunque su abogado solicitó su absolución total, Fiscalía pide para el acusado 25 años de prisión por el asesinato de Marina y otros 23 por el de Laura, mientras que las acusaciones reclaman 31 años y tres meses por el asesinato de su ex novia y 25 por el de Laura. Esta diferencia de pena de las partes se debe a que, si en ambos casos las acusaciones consideran que se da la circunstancia de superioridad –dado que los asesinatos tuvieron lugar con premeditación en casa de él–, en el caso de Marina se añade el agravante de género por haber sido en su día su pareja. Además, los abogados de las familias de las jóvenes han pedido su destierro de Cuenca durante 41 años y tres meses, así como la prohibición de cualquier tipo de comunicación con las ellos durante ese mismo tiempo.