Barcelona

El primer preso libre al anularse la doctrina Parot planificó un asalto un mes después

El violador reincidente que fue el primer preso común en libertad por la anulación la doctrina Parot, Antonio G., planificó un mes después de salir de la cárcel el asalto en el que murió una vecina de Cabanes (Gerona), en febrero de 2014, según ha asegurado hoy el fiscal en el juicio por este caso.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos anuló en octubre de 2013 la doctrina Parot, lo que permitió la salida de prisión de decenas de presos al cambiar el criterio de aplicación de los beneficios penitenciarios que se seguía desde 2006.

La policía detuvo a dos hombres como presuntos autores del asalto y asesinato de una vecina de Cabanes, de 75 años, que, en febrero de 2014, falleció en el Hospital Trueta de Gerona después de ser hallada atada y golpeada en un descampado próximo a la finca en la que residía.

En la vista previa que se ha celebrado hoy en los juzgados de Figueres, la fiscalía ha acusado a los dos detenidos de un delito de asesinato con la concurrencia de alevosía y ensañamiento y el agravante de aprovechamiento del lugar, por el que podrían ser condenados hasta a veinticinco años de prisión.

Aunque tanto Antonio G. como Oriol B se han declarado inocentes, el fiscal considera que ambos fueron quienes sorprendieron a la víctima cerca de su casa, y la ataron y amordazaron para llevarla a un campo próximo donde "la golpearon brutalmente con puños y pies"hasta dejarla inconsciente.

Los asaltantes huyeron posteriormente en dirección a Barcelona, mientras que la víctima pasó la noche a la intemperie hasta que, sobre las diez de la mañana del día siguiente, un trabajador de la empresa Piensos Cazorla que regentaba un cuñado de la anciana la encontró.

La mujer fue trasladada al Hospital Trueta de Gerona, donde falleció cuatro días después.

El abogado de Antonio G., Joaquim Bech de Careda, ha mantenido la inocencia de su cliente porque, según asegura, la falta de movilidad de su cliente le impedía estar en el escenario de la agresión y protagonizar los hechos descritos por el fiscal.

La investigación del caso duró durante casi un año y fueron unos anónimos recibidos por la Policía Nacional los que permitieron las detenciones de los dos principales sospechosos.

Los Mossos d'Esquadra consideran que el móvil del crimen era económico y que los asaltantes se equivocaron de víctima, ya que su intención era atracar a la cuñada de la fallecida, que regentaba junto a su familia la empresa Pinsos Cazorla.

Un testimonio ha asegurado a la policía que Antonio G. planeó este asalto un mes después de su salida de la cárcel.