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El Supremo confirma 23 años de prisión para los gemelos que mataron a una azafata

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 23 años de prisión y tres meses de cárcel para los gemelos que acabaron con la vida de una azafata de Iberia en las inmediaciones del aeropuerto 'Adolfo Suárez-Madrid Barajas' en septiembre de 2012. Así consta en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que desestima el recurso de casación interpuesto por los hermanos contra la sentencia de la Audiencia de Madrid. Los recurrentes también fueron condenados por tres delitos de robo con violencia y un delito de lesiones

Los hechos se produjeron cuando, a la altura del número 416 de la avenida de la Albufera, a bordo de un vehículo Seat León, previamente sustraído, golpearon leve e intencionadamente contra la parte trasera del vehículo Porsche Cayenne, que conducía la víctima. El impacto provocó que la mujer detuviera su vehículo unos metros más adelante, en el margen derecho de la rotonda, donde bajó de su automóvil para comprobar los daños sufridos, deteniendo Moisés el vehículo SEAT León inmediatamente detrás del vehículo Porsche Cayenne cuya sustracción habían decidido de común acuerdo ejecutar ambos procesados.

Aarón salió al exterior y se colocó junto a la conductora entre ambos vehículos, mientras simulaba estar comprobando los daños que habían ocasionado al vehículo Porsche, momento en que al dirigirse hacia la puerta delantera izquierda del mismo para introducirse en su interior, se inició un fuerte y violento forcejeo entre ambos. Una vez que Aaron consiguió ocupar el asiento efectuó una maniobra y atropelló a la mujer, lo que le ocasionó un politraumatismo especialmente severo en hemitórax izquierdo con extrema hemorragia que provocó su muerte inmediata.

La sentencia establece que, aunque solamente uno de los hermanos conducía el vehículo, la jurisprudencia considera que "el previo concierto para llevar a término un delito de robo con violencia o intimidación que no excluya a priori todo riesgo para la vida o para la integridad corporal de las personas, responsabiliza a todos los partícipes directos del robo con cuya ocasión se causa una muerte o unas lesiones, aunque sólo alguno o algunos de ellos sean autores o ejecutores de semejantes resultados personales".