Okupación

Encuentran su vivienda con okupas y deciden sumarse a ellos para provocar el desalojo

Los okupas presentaron un contrato falso a la Policía y los propietarios decidieron optar por esta estrategia alternativa

Agentes de policía horas antes del desalojo en la casa okupada de Berlín Liebig34
Agentes de policía antes de un desalojoCLEMENS BILANAgencia EFE

La okupación es un fenómeno al alza en España.Durante el 2024 hubo un aumento del 7% de los casos, lo que provoca que cada vez sea un mayor para los propietarios y los vecinos. Aunque pueda parecer que a este segundo grupo no le afecta tanto, también ven como su día a día se ve alterado por el ruido, actos vandálicos e incluso agresiones físicas. Un caso de este tipo se dio en un pueblo valenciano donde un hombre sufrió una fractura de mandíbula y perdió el 50% de audición tras la agresión de un okupa pese a no haber realizado ninguna acción: "Nunca había tenido ningún problema".

Los okupas buscan cualquier tipo de estrategia para entrar en las casas y mantenerse en ellas, obligando a los propietarios a enfrentarse a un largo proceso judicial. La okupación está muy extendida en nuestro país por la ausencia de una legislación que permita el desalojo efectivo de forma rápida, pero también se dan casos en otros países. Uno en Chicago, Estados Unidos, es muy llamativo por la curiosa estrategia de los propietarios para conseguir la marcha de sus okupas.

La misma técnica que en España: usar un contrato falso

El propietario real de la vivienda era Marco Velázquez y estaba intentando venderla mediante una agencia inmobiliaria. Cuando un agente acudió a la casa para enseñársela a un posible comprador, se encontró con que estaba okupada. Ante ello, decidieron llamar a la Policía, que no pudo efectuar el desalojo porque las personas que estaban en el interior mostraron un contrato falso. La diferencia con lo que suelen hacer en España es que en este caso el contrato falso era de compra y no de alquiler.

Si no puedes con tu enemigo, únete a él

Esta frase es muy utilizada en nuestro país en cualquier tipo de situación, pero algo parecido debieron pensar Marco Velázquez y su pareja que, ante la imposibilidad de echar a los okupas, decidieron unirse a vivir con ellos. Esta estrategia no es sencilla de seguir ya que los okupas suelen cambiar la cerradura y atrincherarse para evitar que cualquier persona pueda entrar. Sin embargo, ellos lo consiguieron y estuvieron conviviendo con los okupas, aunque durante un brevísimo periodo de tiempo.

Todo se resolvió con un acuerdo

Pese a que la Policía no efectuó el desalojo, si identificó a los okupas como Shermaine Powell y Codarro Dorsey. Ambos se negaban a abandonar el edificio, que alegaban haber comprado en un inicio. En cambio, la situación varió tras una propuesta que realizaron a los propietarios reales. Abandonarían el piso si les abonaban una suma en torno a los 8.000 dólares, que explicaban que era lo que les había costado la supuesta compra de la casa okupada.

Marco Velázquez no aceptó en un inicio, pero realizó una contraoferta algo superior al 50% de lo ofrecido tras calcular pros y contras. Ofertó 4.300 dólares para que los okupas, que lo aceptaron, finalmente se marcharan. Parece llamativo que tenga que pagar por recuperar su propia casa, pero puede salir rentable para evitar los gastos judiciales y el tiempo sin poder usar la propia vivienda ya sea para alquilar o para venderla definitivamente, lo que era su objetivo inicial.