Nuevo informe
La enseñanza bilingüe impulsa el éxito académico
«Estudiar en una lengua diferente a la materna ayuda a sintetizar mejor los datos», dice Virginia Vinuesa
«Aprender un nuevo idioma implica procesar y comprender nuevos sonidos, vocabulario y estructuras gramaticales, lo que aumenta la flexibilidad y agilidad mental y, por tanto, la mejora de las funciones cognitivas. También favorece la plasticidad cerebral, haciendo que el cerebro sea más adaptable a nuevas experiencias y conocimientos», explica a LA RAZÓN Virginia Vinuesa, doctora de Filología extranjera, Traducción e Interpretación de la Universidad Rey Juan Carlos. Ella es una de las autoras de «Proyecto Enebe: Evaluación Nacional de la Enseñanza Bilingüe en España. Funciones Discursivas y Lenguaje Académico», el primer estudio de ámbito nacional en el que se analiza y expone cómo la Enseñanza Bilingüe facilita el aprendizaje de un nuevo idioma e impulsa habilidades esenciales para el éxito académico y personal.
Entre las conclusiones más destacadas se encuentra que los estudiantes tienen un buen manejo de las funciones cognitivo-discursivas en tareas de comprensión y producción oral y escrita. Sin embargo, mientras que en las tareas de comprensión auditiva y lectora los índices de facilidad y las notas tienen una tendencia generalmente positiva, en producción oral y escrita hay mayor variabilidad en los resultados, especialmente en Primaria. Esto sugiere la necesidad de enfocar los esfuerzos educativos en mejorar la cohesión y la coherencia discursiva en la producción, tanto oral como escrita, para uniformar el desarrollo de estas habilidades cognitivo-discursivas.
«Estudiar en una lengua diferente a la materna requiere un procesamiento más profundo de la información, lo que puede mejorar la capacidad de los estudiantes para analizar y sintetizar datos de manera más eficaz», detalla la doctora Vinuesa.
Además, la experta apunta que «la ausencia de estándares claros y criterios uniformes para la evaluación de estos programas puede llevar a una supervisión inconsistente y desigual». Así, continúa, en algunos casos, «la implementación de los programas bilingües no va acompañada de un seguimiento riguroso y continuo, lo que dificulta la identificación y corrección de problemas a tiempo». El hecho de que no existan evaluaciones de los programas es quizás, según Vinuesa, uno de los grandes retos pendientes. «Para mejorar la situación, sería necesario invertir en la formación de los evaluadores, establecer criterios claros y uniformes, y asegurar un seguimiento continuo y coordinado de los programas bilingües».
El estudio, que recoge los resultados de cerca de 4.000 alumnos de Educación Primaria y Secundaria escolarizados en programas bilingües, afirma que la puntuación media global en Educación Primaria de todas las comunidades autónomas es de 55.92 sobre 90. Las que superan esta media son Navarra, La Rioja, Castilla-La Mancha y Madrid, mientras que Murcia y Cantabria se sitúan por debajo.
En Secundaria, la media global de 47,94 sobre 63) y Navarra vuelve a despuntar. «Las diferencias entres comunidades autónomas no son muy grandes, pero de forma determinante estas diferencias tienen que ver con la financiación y la dotación de recursos como, por ejemplo, para contar con un buen programa de auxiliares lingüísticos y para formar el profesorado en el ámbito lingüístico y en el ámbito metodológico que realmente demanda este tipo de programas», subraya a este diario Víctor Pavón, catedrático de Filología Inglesa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba.
Y añade: «Es que es necesario actuar desde varios frentes para mejorar la enseñanza/aprendizaje en los programas bilingües, es necesario incidir de forma diferenciada en la adquisición de una competencia lingüística de corte académico. También hay que fortalecer la formación del profesorado, tanto la lingüística como la dirigida a mejorar una formación docente que promueva un tipo de enseñanza basada en metodologías activas que promuevan la interacción y la utilización del pensamiento crítico».
¿Cómo estamos respecto a Europa?
Según el catedrático Víctor Pavón, los resultados en términos puramente lingüísticos «no son buenos si los comparamos con el resto de Europa». Eso sí, en el último Eurobarómetro sobre los europeos y las lenguas, «España no sale muy bien parada», confiesa. Sin embargo, en lo que se refiere a los programas de enseñanza bilingüe, España «es uno de los países europeos en los que más se han desarrollado ya que la mayoría de las autonomías cuentan con programas de este tipo y además es uno de los países que más resultados de investigación generan, como así lo atestigua la cantidad de estudios publicados», sentencia.
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