Igualdad de género

España, a la cola en integración laboral de la mujer

España está situada en la parte baja de los países de la OCDE en materia de integración de la mujer en el mundo laboral, al ocupar la vigésima tercera posición de veintisiete países de la OCDE analizados en el índice PwC Women in Work, difundido con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se conmemora este 8 de marzo.

El ranking --basado en datos OCDE y Eurostat-- está liderado por los países nórdicos (Noruega, Dinamarca y Suecia) mientras que, por detrás de España figuran Japón, Italia, Grecia y Corea, según detallan sus impulsores.

Este ranking se elabora a partir de cinco indicadores: la igualdad con los hombres en su nivel de ingresos, la proporción de mujeres en el mercado laboral, tanto en términos absolutos como en relación con el porcentaje de los hombres, la tasa de desempleo de las mujeres, y la proporción de mujeres empleadas a tiempo completo.

Así, el estudio precisa que España empeora su posición en comparación con el año anterior debido al incremento de la brecha salarial y a la tasa de desempleo femenino, provocado, en gran parte, por la difícil situación macroeconómica del último año.

Por otro lado, en España, según el informe 'Women as Leader: Inspirando', elaborado por PwC e Isotes, la mujer representa el 60% de los universitarios y el 45% del mercado laboral aunque existe un desequilibrio entre estas cifras y su papel en los cargos directivos.

En algunos casos, como por ejemplo la presencia de mujeres en direcciones funcionales (asesoría jurídica, recursos humanos, dirección financiera, etc.), se ha incrementado el porcentaje de un 19% a un 22% en los últimos dos años. También el número de consejeras crece, pasando de un 11% en 2012 al 16% de la actualidad. Sin embargo, no se prevé alcanzar el objetivo del 40% establecido por la Ley de Igualdad y por la propuesta de directiva europea.

Por ello, el informe destaca algunos factores de peso que deberían impulsar fuertemente el avance en materia de diversidad, en alusión a los cambios normativos o el hecho de que los inversores comiencen a cuestionar la falta de diversidad en los consejos de administración, entre otros aspectos.

Respecto a las empresas, el estudio incluye un capítulo en el que, además de incluir una veintena de ejemplos de buenas prácticas en materia de diversidad de empresas, como Coca-Cola, Telefónica, BBVA, Banco Santander o Ikea, entre otras, analiza cómo lograr que las iniciativas de diversidad de género tengan éxito en las empresas. Para alcanzar ese objetivo, afirma que es fundamental gestionar el cambio cultural en la organización.