Una nueva guía

La estrategia de Sanidad para reducir las recetas de psicofármacos

La ministra de Sanidad anuncia la creación de una nueva guía para conseguir este fin ya que, asegura, se prescriben suficientes antidepresivos y ansiolíticos para tratar al 20% de la población mayor de 40 años durante un año

MADRID, 15/04/2024.- La ministra de Sanidad, Mónica García, comparece en la Comisión Mixta para el estudio de los problemas de las adicciones, este lunes en el Congreso. EFE/ Chema Moya
La ministra de Sanidad, Mónica García comparece en la Comisión Mixtachema MoyaAgencia EFE

«El abuso de prescripciones de psicofármacos nos ha llevado a un punto en el que prescribimos suficientes antidepresivos y ansiolíticos para tratar al 20% de la población mayor de 40 años durante un año». Estas palabras las pronunció ayer la ministra de Sanidad, Mónica García, durante su primera comparecencia en la Comisión Mixta para el estudio de los problemas de las adicciones, en el Congreso de los Diputados. Y es que el consumo de estos fármacos supone un grave problema de salud pública en nuestro país donde más de 2,5 millones de personas consumen psicofármacos a diario y, en 2021, la venta de antidepresivos y ansiolíticos creció un 6 y un 4% respectivamente.

Por este motivo, García anunció que el Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad está elaborando una guía integral de prescripción de psicofármacos para reducir el consumo y las recetas de este tipo de medicamentos que está alcanzando «proporciones alarmantes», sobre todo en los más jóvenes, informa Efe.

Según explicó la ministra, el documento analizará específicamente la dificultad de «discontinuar ciertos psicofármacos» debido a los efectos de abstinencia que pueden generar, así como la necesidad de una supervisión y un acompañamiento durante este proceso. «Buscamos abordar la sobreutilización y los riesgos asociados con el uso prolongado de psicofármacos. Nuestra meta es mejorar la seguridad, la calidad de vida y la autonomía de los pacientes, promoviendo prácticas centradas en el bienestar de las personas», aseveró.

Según el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE, por sus siglas en ingles) elaborado en 2020, España encabezaba el consumo mundial lícito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, que en ese año (y sin tener en cuenta datos postpandemia) aumentó un 4,5% y superó las 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes.

Por todo ello, desde Sanidad confirman que «el consumo de fármacos como antidepresivos o ansiolíticos constituye un problema de salud global que está alcanzando proporciones alarmantes, por lo cual requiere atención urgente y acción decidida».

Según datos del Ministerio, los hipnosedantes, principalmente las benzodiacepinas, son la tercera sustancia adictiva más consumida (13%) tras el alcohol (76% en personas de 15 a 64 años y también en adolescentes pese a estar prohibida su venta en todas las comunidades) y el tabaco (39%).

Le siguen los opioides para el dolor (7%) y las drogas ilícitas, encabezadas por el cannabis (10% alguna vez el último año) seguida, pero muy de lejos, por la cocaína (2,4% el último año) o el éxtasis y las anfetaminas, por debajo del 0,3%.De hecho, las benzodiacepinas han superado a la heroína como causa de muerte por sobredosis, que han disminuido mucho gracias a los programas de tratamiento. «Estamos utilizando fármacos para tolerar situaciones de vida que requieren soluciones sociales», confirmó García.

Durante su intervención, García hizo hincapié en el caso de los jóvenes y adolescentes, quienes están experimentando un aumento significativo» en la prescripción de psicofármacos y perciben su consumo «con una naturalidad creciente»: «Nos enfrentamos a una cultura del individualismo que ha transformado el sufrimiento humano en enfermedad, y la respuesta ha sido medicarlo ante la falta de tiempo y alternativas», dijo García, según recoge Ep.

En el análisis pormenorizado del consumo de psicofármacos en España, la ministra quiso destacar el dato de que el código postal también influye en la prescripción de los mismos: «Las más afectadas son las pertenecen a las clases bajas, donde la precariedad y los eventos adversos se acumulan». Así detalló que la prevalencia de la toma de antidepresivos es ocho veces superior en rentas bajas que en rentas altas.

«Si eres mujer, trabajas 12 horas en hostelería y tienes que sacar adelante sola a dos hijos, es probable que duermas peor y tengas menos recursos para repararte psíquicamente que una persona acomodada, con tiempo, recursos económicos para conciliar, etc. El diagnóstico de depresión es el mismo, pero las causas y las soluciones dependen del código postal», apuntó.

Por este motivo incidió en la importancia de «poner el foco en abordar las situaciones sociales y adversas de la vida que generan ese malestar psíquico. Es más probable que, en un barrio desfavorecido, se acaben consumiendo psicofármacos porque no hay otra opción ni otras herramientas para repararse que sí tienen clases altas».

Por todo ello, esperan que con esta guía que pronto verá la luz, pueda revertirse este terrible escenario de consumo de psicofármacos en España.