
Sanidad
Estrés y conciliación, detrás de patologías cardiacas
Cada 36 horas fallece una persona en su lugar de trabajo

Hasta el pasado mes de julio un total de 153 trabajadores fallecieron en los 545 accidentes laborales relacionados con problemas cardiovasculares, lo que supone que cada día y medio murió una persona en el lugar de trabajo por esta causa, según datos de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) con motivo de la celebración ayer del Día Mundial del Corazón.
Las principales causas de fallecimiento en el trabajo por este motivo fueron los infartos y los derrames cerebrales. Entre los colectivos de mayor riesgo se encuentran los bomberos, el personal sanitario, las fuerzas de seguridad, los trabajadores del transporte, la construcción, la atención al público y empleados públicos en entornos con alta carga de estrés, señala CSIF.
En 2024 se produjeron 983 accidentes laborales durante la jornada laboral por estas patologías, de las que 266 fueron mortales, 21 más que el año anterior, lo que representa un aumento del 8,6% de los accidentes mortales, según datos del Ministerio de Trabajo. De hecho, el 41,1% de todas las muertes por accidente de trabajo son ocasionadas por enfermedades de origen cardiovascular.
La central sindical alerta sobre el preocupante impacto de estas patologías dentro del entorno laboral, y exige al Gobierno y a las empresas «la implementación de medidas urgentes para proteger la salud de las personas trabajadoras, especialmente en colectivos de mayor riesgo».
El sindicato señala que se trata de un problema estructural ignorado durante años, y del que los preocupantes datos difundidos son solo la punta del iceberg. Así, la organización denuncia «condiciones laborales que favorecen el estrés crónico, como la falta de pausas, los turnos excesivos, la exposición a temperaturas extremas, la presión asistencial, el esfuerzo físico intenso, climas laborales tóxicos y la escasez de personal», que provocan cardiopatías laborales «que no se visibilizan ni se declaran adecuadamente».
En España se calcula que cada año se producen 30.000 casos de parada cardiorrespiratoria y se estima que la posibilidad de sobrevivir sin secuelas cuando se produce de forma extrahospitalaria se sitúa entre el 5 y el 11%.
En 2024, las enfermedades cardiovasculares fueron la segunda causa de muerte, representando el 26,6% del total de fallecimientos, por ello la Central Sindical Independiente y de Funcionarios ofrece una serie de recomendaciones para reducir la cifra de accidentes y muertes. Algunos de ellos son: incorporar el riesgo cardiovascular como parte esencial en la evaluación de riesgos laborales, teniendo en cuenta los factores psicosociales, físicos y organizativos que afectan al corazón; establecer medidas con perspectiva de género; revisar los ritmos y cargas de trabajo, especialmente en sectores críticos y garantizar plantillas suficientes que eviten la sobreexposición al estrés. También propone ampliar los reconocimientos médicos laborales periódicos y que estos incluyan pruebas específicas para valorar la salud cardiovascular y seguimiento preventivo de casos detectados; instalar desfibriladores (DEA) en centros de trabajo con alta afluencia, o llevar a cabo programas de salud cardiovascular, con campañas de concienciación, talleres de autocuidado, alimentación saludable y actividad física en el entorno laboral, entre otros.
Respecto a la jornadas laborales saludables, el sindicato considera necesario promover horarios que favorezcan la conciliación, el descanso y que eviten la cronificación del estrés.
Sobre el cambio de las circunstancias laborales por el cambio climático, especialmente durante los meses de verano, sugiere supervisar y controlar las temperaturas en los centros de trabajo cerrados, así como en los vehículos, como clave para evitar accidentes o descomposiciones cardíacas.
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