
Plantas
Evita hacer esto si no quieres que las hojas de tus plantas se vuelvan marrones
Si alguna vez has visto cómo las puntas de las hojas de tus plantas se tiñen de marrón, quizá estés cometiendo un error común en su cuidado sin darte cuenta

Cuidar plantas en casa se ha convertido en una costumbre que va mucho más allá de la decoración. Aportan frescura, purifican el aire y convierten cualquier rincón en un espacio más acogedor. Pero mantenerlas sanas no siempre es sencillo. Una de las señales más frecuentes de que algo no va bien es la aparición de puntas secas y marrones en sus hojas.
Quienes conviven con plantas saben que este detalle estropea su aspecto y genera preocupación. ¿Se están secando? ¿He regado de menos o de más? ¿Es el lugar en el que están? La buena noticia es quela causa suele ser más fácil de identificar de lo que parece y, sobre todo, que se puede prevenir con pequeños cambios en el cuidado diario.
¿Por qué se vuelven marrones las puntas de las hojas?
La explicación más habitual es la falta de hidratación adecuada. No todas las plantas requieren la misma cantidad de agua ni la misma frecuencia de riego: influyen factores como la especie, el tipo de suelo, la estación del año o incluso el tamaño de la hoja.
Las hojas más grandes, por ejemplo, transpiran más y, en consecuencia, pierden agua con mayor rapidez que la que las raíces son capaces de absorber. Esto provoca que las puntas, que son la zona más alejada de los conductos principales de agua, sean las primeras en mostrar signos de sequedad.
Este fenómeno no siempre es un motivo de alarma. “Si la punta marrón no supera el 50% de la hoja, la planta sigue estando sana”, señala. En esos casos, el problema es más estético que de salud. Solo cuando el daño avanza más allá de la mitad de la hoja es recomendable cortarla para evitar que la planta malgaste energía en intentar recuperarla.
Más allá del riego, el clima en el que vivimos tiene un papel determinante. En regiones secas, con baja humedad ambiental, las plantas de interior suelen sufrir más. El aire acondicionado, la calefacción o las corrientes de aire cerca de ventanas y puertas también contribuyen a acelerar la deshidratación.
Un informe de la Royal Horticultural Society del Reino Unido explica que mantener un nivel de humedad ambiental adecuado es tan importante como la cantidad de agua que recibe la planta por las raíces. De hecho, muchas especies tropicales, muy comunes en interiores, están adaptadas a ambientes húmedos y no toleran bien el aire seco típico de los hogares europeos en invierno.
Trucos sencillos para evitar las puntas marrones
Afortunadamente, existen medidas prácticas para mantener las plantas hidratadas y con un aspecto saludable:
- Alejar las macetas de corrientes de aire, ya sean frías o calientes.
- Regar de manera adecuada, adaptando la frecuencia a cada especie y a la estación del año. En verano, la demanda de agua suele ser mayor.
- Evitar el sol directo, especialmente en plantas de interior que prefieren luz indirecta.
- Pulverizar agua sobre las hojas en ambientes secos para aumentar la humedad.
- Controlar el uso de fertilizantes y sales, que en exceso pueden acumularse en el sustrato y dañar las raíces.
También los expertos recomiendan una técnica eficaz: agrupar varias plantas juntas. De este modo, generan un microclima más húmedo gracias a su propia transpiración. Colocarlas sobre platos con guijarros y agua, evitando que el fondo de la maceta toque el líquido, también ayuda a mantener la humedad alrededor sin encharcar las raíces.
Para climas especialmente secos, un humidificador doméstico puede ser la clave. Según la American Horticultural Society, mantener la humedad relativa entre el 40% y el 60% es ideal para la mayoría de las plantas de interior.
Tener plantas en casa implica más que regarlas de vez en cuando. Es necesario entender sus necesidades y adaptarlas al espacio en el que vivimos. Evitar las puntas marrones pasa por mantener un buen equilibrio entre riego, humedad ambiental y ubicación.
Si tus plantas empiezan a mostrar estas señales, no te alarmes. Observa, ajusta y prueba pequeños cambios en su cuidado. Al fin y al cabo, las plantas no solo decoran: son organismos vivos que nos avisan cuando algo no les sienta bien. Y, con unos cuantos trucos sencillos, es posible disfrutar de hojas verdes y saludables durante todo el año.
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