Facua reclama la retirada de unos chicles con aspecto de cigarrillos

Los chicles están envueltos en un papel blanco que imita el de un «pitillo», incluyendo incluso una parte marrón como si se tratase del filtro.

Los chicles están envueltos en un papel blanco que imita el de un «pitillo», incluyendo incluso una parte marrón como si se tratase del filtro. Así, Facua-Consumidores en Acción ha denunciado a la cadena de tiendas de golosinas Wonkandy por poner a la venta a menores cajas de chicles que simulan ser paquetes de cigarrillos. El fabricante de los productos es la compañía Asba AB, con sede en Estocolmo (Suecia), que también ha sido denunciada por la asociación. Y es que Facua considera «lamentable que una tienda con productos de claro atractivo para los niños ponga a la venta golosinas que promueven el consumo de tabaco, vulnerando gravemente la normativa española».

Las denuncias han sido remitidas a autoridades autonómicas de salud y protección de los consumidores, entre ellas las andaluzas, ya que la cadena Wonkandy tiene su sede central en Sevilla. FACUA también se ha dirigido a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), afirma la asociación en un comunicado.

¿Qué medidas estaría incumpliendo la empresa? Como asegura la asociación, la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, establece como infracción grave «la venta o entrega a personas menores de dieciocho años de productos del tabaco o de productos que imiten productos del tabaco e induzcan a fumar, así como de dulces, refrigerios, juguetes y otros objetos que tengan forma de productos del tabaco y puedan resultar atractivos para los menores».

La asociación reclama a las autoridades competentes que tomen medidas para retirar del mercado estos productos e impongan sanciones económicas que ponen en riesgo la salud de los menores al incitar al consumo de cigarrillos. FACUA señala además que las cajas que contienen los chicles con forma de cigarrillos no tienen su etiquetado en castellano, tal y como dicta la normativa de la Unión Europea.

Por ello, consideran que se vulnera el Reglamento europeo 1169/2011 de 25 de octubre, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, y que establece que «la información alimentaria obligatoria figurará en una lengua que comprendan fácilmente los consumidores de los Estados miembros donde se comercializa el alimento».