Bienestar

Llevas toda la vida haciéndolo mal: esta es la frecuencia con la que debes cambiar las sábanas

Es importante lavar con frecuencia los textiles para mantener la higiene y evitar la llegada de 'visitas' indeseadas

El Síndrome de piernas inquietas es una enfermedad que merma seriamente la calidad de vida del paciente que lo padece, incapacitado a la hora de dormir
Esta es la frecuencia con la que debes cambiar las sábanas de la cama (lo estás haciendo mal)Dreamstime

Mantener la higiene en el hogar es esencial para asegurar un ambiente saludable y cómodo para quienes habitan en ella. La limpieza y desinfección regular de enseres que están en contacto directo con el cuerpo humano, como textiles (fundas de cojín, ropa de cama, toallas), es importante en la prevención de enfermedades, alergias y otros problemas de salud.

La acumulación de bacterias, ácaros y suciedad puede llegar a ser un problema si no se lavan regularmente. Este cuidado no solo es esencial para mantener en buen estado las sábanas, sino también para preservar la higiene.

¿Con cuánta frecuencia se deberían lavar?

Hay quienes cambian las sábanas una vez al menos o quienes lo hacen cada quince días. Lo cierto es que la mayoría de los expertos coinciden en quelas sábanas se deben lavar una vez a la semana. Y, además, la temperatura del lavado importa. Los programas de lavado deben alcanzar los 60°C para eliminar eficazmente todos los microorganismos de las sábanas.

También es importante el secado. Debemos asegurarnos que están bien secos cuando se recogen de la cuerda o se sacan de la secadora. Guardar los textiles mojados o húmedos favorece la aparición de moho y microorganismos.

¿Cada cuánto lavar la funda de almohada y colchón?

La mayoría de personas está al tanto de cambiar las sábanas y las fundas de almohada que están en contacto con el cuerpo. Sin embargo, la funda interior de las almohadas o la funda del colchón suelen pasar más desapercibidas.

¿Cada cuánto tiempo cambias estas fundas? Parece que al no estar en contacto directo con el cuerpo, nunca se ensucian y aunque es cierto que lo hacen en menor medida, los pelos, el polo y la suciedad acaba penetrando en ellas con el paso del tiempo.

Por este motivo, los expertos recomiendan lavar las fundas de almohadas y colchones cada tres meses para evitar ácaros. Y por supuesto, en caso de alergias o sudor en exceso, es aconsejable lavarlas con mayor frecuencia, quizás cada mes o mes y medio, para reducir la acumulación de alérgenos y bacterias.

En cuanto a la almohada en sí, suelen tener instrucciones específicas de lavado que varían según el material con el que estén hechas (plumón, espuma viscoelástica, fibra sintética, etc.). Para mantener el buen estado de estas y evitar que se estropeen durante el lavado, es importante seguir las recomendaciones del fabricante.

limpiar colchon

¿Cada cuánto tiempo se deben lavar el resto de textiles?

  • Paños de cocina: lavar después de cada uso con soluciones desinfectantes. Lavar semanalmente con bicarbonato de sodio en lugar de jabón.
  • Toallas de baño: Lavar semanalmente o cada tres usos. Usar vinagre en lugar de suavizante para mantener la capacidad absorbente y prevenir la humedad.
  • Cojines decorativos: Lavar cada tres a seis meses. Ajustar la frecuencia de lavado según el nivel de exposición al polvo y la suciedad.

¿Cada cuánto tiempo hay que darle la vuelta al colchón?

El colchón es otro elemento importante a considerar en el mantenimiento del hogar. Una de las preguntas más frecuentes en relación a los colchones es cuándo es el mejor momento para darles la vuelta.

Según los fabricantes, se recomienda realizar este proceso dos veces al año, coincidiendo con los meses en los que se producen los cambios de temperatura más notorios. Por ejemplo, en mayo y octubre.

En el caso de los colchones nuevos, es aconsejable darles la vuelta de forma mensual durante el primer año. Este procedimiento tiene como objetivo que los dos lados del colchón se adapten al cuerpo de la persona que lo utiliza, asegurando así una mayor durabilidad y confort. Al acostumbrarse ambos lados a la presión y forma del cuerpo, el colchón se mantiene en mejores condiciones durante más tiempo.