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¿Frenar o acelerar? Muchos conductores toman la decisión equivocada ante un semáforo en ámbar

Muchos conductores lo perciben como una especie de margen legal para seguir avanzando

¿Frenar o acelerar? Muchos conductores toman la decisión equivocada ante un semáforo en amarillo
¿Frenar o acelerar? Muchos conductores toman la decisión equivocada ante un semáforo en amarilloLa Razón

El semáforo amarillo debería ser una señal inequívoca para los conductores: prepararse para detenerse. Sin embargo, en la práctica suele interpretarse como una invitación a hacer lo contrario: acelerar para "ganarle" al rojo. Este comportamiento, tan común como peligroso, refleja una mezcla de hábitos arraigados, presión social y falta de educación vial.

El verdadero significado del amarillo

En la normativa, el amarillo indica que si el semáforo está por cambiar a rojo, el conductor debe frenar si puede hacerlo de forma segura. No es una luz que autorice a pasar "a toda velocidad", ni una especia de bonus de tiempo para cruzar.

Sin embargo, muchos conductores lo perciben como una especie de margen legal para seguir avanzando, lo que genera confusiones y maniobras de más riesgo.

Las razones detrás de esta conducta

Hay varias razones por las que los conductores hacen eso:

1. Costumbre y mala educación vial

Muchos aprendieron que "amarillo es pasar rápido", una interpretación errónea que se transmite entre generaciones de conductores

Miedo a quedar atrapado en el cruce

El pensamiento de si freno genero bocinazos o molestias a otros.

Presión del tráfico urbano

La razón por excelencia. En ciudades congestionadas, cada ciclo semafórico parece crucial, por lo que algunos sienten la tentación de aprovechar hasta el último segundo.

Consecuencias de pensar que no te pilla en rojo

Acelerar para evitar el semáforo en rojo, puede parecer inofensivo y que da tiempo de sobra, pero es una de las maniobras más asociadas con choques laterales y atropellos.

Además, según las normas de movilidad y transportes de la Comunidad de Madrid, la sanción por rebasar un semáforo en rojo, ya sea controlado por un sistema automático o la imponga un agente, es de 200 € y la consecuente pérdida de 4 puntos del permiso de conducir.

Por lo tanto, conviene pensar antes de acelerar cuando el color amarillo permanente aparece en el semáforo.