
Educación
La Fundación «la Caixa» ayuda a 65.000 menores en la vuelta al colegio
Están en situación de vulnerabilidad, y a través del programa CaixaProinfancia les ofrece apoyo socioeducativo

Aquellos niños y adolescentes que crecen en hogares en un situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social se encuentran con grandes dificultades a la hora de tratar de romper el círculo de la pobreza heredada.
En este contexto, la educación y la formación son claves a la hora de promover el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia en contextos desfavorecidos y dotar a estos menores de herramientas con las que poder poner fin a ese círculo; sin embargo, no es extraño que algunos de ellos se queden atrás debido a las dificultades económicas de su familia.
Es por ello que el programa CaixaProinfancia de la Fundación «la Caixa» ofrece apoyo socioeducativo a la infancia y adolescencia en situación de vulnerabilidad durante todo el curso escolar con el fin de que éstos puedan avanzar en igualdad de condiciones.
El objetivo último es fomentar la igualdad de oportunidades entre quienes parten de una situación más vulnerable.
Tal y como pone de relieve Albert Rodríguez, director de CaixaProinfancia, «la educación es la mejor herramienta de la que disponemos para romper el círculo de la pobreza y construir una sociedad más justa». Por ello, es clave «asegurarse de que ningún niño o niña se queda atrás por las dificultades económicas de su familia» y, en este sentido, el programa «se compromete a que todas las familias puedan empezar el curso en igualdad de condiciones, con los recursos y el acompañamiento necesarios para su desarrollo personal y educativo.
Este curso en concreto, CaixaProinfancia llegará a más de 65.000 niños y adolescentes de 41.000 familias de toda España a través de su amplia oferta de servicios, que contempla desde el refuerzo socioeducativo, la atención psicológica, logopedia, talleres familiares, actividades de ocio y tiempo libre hasta ayudas para cubrir las necesidades básicas. Entre éstas últimas destacan aquellas destinadas a hacer frente a los gastos derivados de la alimentación, las dirigidas a cubrir las necesidades relacionadas con la higiene o a sufragar productos específicos como gafas y audífonos, así como también las ayudas para la adquisición del equipamiento escolar.
En este sentido, al inicio del curso, CaixaProinfancia entrega kits de material escolar, que incluyen una mochila, un estuche y material básico adaptado a cada etapa educativa –infantil, primaria y secundaria– con el fin de aliviar el gasto familiar y motivar a los estudiantes de cara al nuevo curso.
Para poder desplegar sus servicios de forma eficaz en toda España, adaptando ese apoyo a las necesidades específicas de cada territorio y familia, el programa confía ese acompañamiento a más de 400 entidades sociales de todo el país en colaboración con los centros educativos y las administraciones públicas.
Un importante testimonio es el de Félix, Chloe, Eury y Daeneris, que tienen 12, 8, 7 y 4 años. Son los cuatro hermanos y hermanas de una familia monoparental encabezada por Estefanía Villalba, que tiene 33 años, es venezolana y lleva en España desde los 6. Viven en un barrio humilde del distrito de Carabanchel, en Madrid, y participan en el programa CaixaProinfancia de la Fundación «la Caixa» a través de la entidad social Redes Cooperativa, que da apoyo a niños y niñas en situación de vulnerabilidad y a sus familias.
Estefanía Villalba empezó a acudir a Redes cuando su hijo mayor, Félix, tenía cuatro meses: «Mi hijo era pequeño y todo era nuevo para mí. Me sentía muy sola y estaba a la deriva. Fue como un empujoncito», recuerda. El acompañamiento del programa CaixaProinfancia los ha ayudado: «Estoy muy agradecida porque mis hijos han avanzado muchísimo».
Ella está en situación de desempleo, así que un apoyo como este es vital. «Soy una madre sin recursos y no puedo acceder a muchas cosas. Esto significa mucho para mí y sobre todo para ellos», valora esta madre, que también ha recibido atención psicológica por parte del programa. Villalba confía en un futuro prometedor para su familia: «Me gustaría, como a cualquier madre, que estudiaran una carrera, lo que ellos quieran, pero que estudien algo, siempre y cuando sea de provecho. Los veo llegando muy muy lejos».
Los perfiles de los niños y niñas que participan también son variados, pero en muchos casos tienen en común la existencia de «dificultades educativas importantes debido a su situación de vulnerabilidad». «Algunos viven situaciones en su entorno que pueden provocar bloqueos y problemas de aprendizaje. Esto impide que pueda haber un desarrollo normalizado dentro del mundo educativo», explica Bea Hernández, educadora de Redes Cooperativa. En cuanto a las familias, tienen necesidades materiales, pero también necesidades de «acompañamiento emocional y de aprendizaje para enfrentarse a situaciones y poder desenvolverse», detalla la pedagoga.
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