Fundación Esperanza: 10 años por la igualdad de oportunidades

Fredi llegó a Barcelona junto a sus hijas y su mujer a finales del año pasado por los problemas de seguridad que le obligaron a salir de su país, Colombia, como solicitante de asilo. A la espera de recibir el permiso de trabajo, que en estos casos suele demorarse cerca de medio año, empezó haciendo pequeños trabajos en negro, hasta que alguien en el hostal para personas del programa de protección internacional en el que reside le habló de la Fundación Esperanza. Desde entonces, su situación ha cambiado de forma radical.

Él ha entrado a formar parte de un curso de formación orientado a favorecer su inserción laboral, el cual consta, por un lado, de unas sesiones técnicas impartidas por profesionales, en este caso de Carrefour, que, en el marco del programa Incorpora, preparan a los participantes para trabajar en la empresa, concretamente en la logística, y sesiones de competencias transversales, que llevan a cabo los propios profesionales de la fundación. Además, Fredi también está cerca de conseguir el carné de carretillero, una opción que le plantearon desde la Fundación de la Esperanza, y hace clases de catalán.

El próximo día 31 este colombiano de 47 años, que en su país natal trabajaba como taxista, completará su formación con Carrefour y en noviembre obtendrá su permiso de trabajo. En este sentido, Fredi señala que “cuando uno tiene apoyo, cambia mucho la perspectiva”. “Uno solo va a la deriva, pero el acompañamiento de la fundación te permite ponerte en ruta. Es clave la orientación y la capacitación para poder encaminarme en el mudo laboral”.

El apoyo que Fredi ha recibido de la entidad, totalmente personalizado y adaptado a sus circunstancias, competencias e inquietudes, no solo se limita a su inserción laboral, sino que éste se enmarca en un contexto de atención integral y, en este sentido, su hija mayor, de 11 años, acude al casal, donde recibe refuerzo escolar, mientras que su esposa, que no obtendrá el permiso de trabajo hasta un par de meses después que él, está ya recibiendo también orientación por parte de la fundación en el ámbito de la búsqueda de empleo.

Inserción plena

Un caso de éxito en el campo de la inserción laboral es el de Yosnire Machado, una venezolana de 36 años que tuvo que salir de su país, acompañada por su hijo y su pareja, hace 4 años por razones humanitarias. Ella conoció la fundación porque desde la escuela a la que acude su hijo Diego, de 9 años, le hablaron del casal que ofrece la entidad como un recurso para que favorecer la adaptación del niño, que estaba teniendo dificultades para su inserción social. “La idea era ayudarle a que ampliara su círculo de amistades y además recibiera refuerzo escolar”, comenta Yosnire, quien al respecto indica que “Diego ha mejorado mucho en el colegio, así como en lo que se refiere a su adaptación desde que participa dos días por semana en el casal”.

A partir de este primer contacto, desde la Fundación de la Esperanza se ofreció a Yosnire la posibilidad de empezarán allí un proceso de orientación laboral que le ha permitido conseguir su primer contrato fijo en un restaurante de comida vegetariana como ayudante de cocina. “Cuando llegué a Barcelona, trabajaba cuidando a personas mayores, pero lo dejé”, comenta. Entonces, inició un itinerario personalizado en el ámbito de la inserción laboral de la mano de la entidad, que arrancó con una formación en cocina a gran escala, un campo que a Yosnire atraía mucho, y tras tres meses y medio acudiendo a clases 5 horas diarias de lunes a viernes, logró completarla para empezar trabajando en empresas de forma temporal y lograr ahora, al fin, un trabajo fijo, del que disfruta y en el que se siente muy agusto.

Décimo aniversario

Las historias de Fredi y Yosnire no difieren mucho de los testimonios que recoge el libro que la Fundación de la Esperanza, entidad impulsada por la Fundación “la Caixa” en 2013 con el fin principal de mejorar la autonomía, promover la igualdad de oportunidades y favorecer la inclusión de personasen riesgo de pobreza, ha publicado con motivo de su décimo aniversario, efeméride para la que también ha programado para el 5 de octubre una jornada abierta con actividades dirigidas a entidades, personas menores de edad y familias que en algún momento durante estos diez años han estado vinculadas a la misma.

Con toda probabilidad, entre los asistentes a este evento se encontrarán parte de las 7.931 personas en situación de vulnerabilidad que la Fundación de la Esperanza, en colaboración con diversos agentes del territorio, ha atendido durante esta década, ya sea en lo que se refiere a formación e inserción laboral, ámbito en el que la entidad forma parte de la red del programa Incorpora y ha atendido a 3575 personas, consiguiendo 1948 inserciones, así como también ha favorecido el impulso de 472 proyectos por parte de personas en el marco del programa Incorpora Autoempleo, o en el contexto de los casales, refuerzo escolar y atención psicoterapéutica para la infancia, recurso mediante el cual la fundación, que es entidad coordinadora de la red Gótico- Ciutat Vella del programa CaixaProinfancia, ha llegado ya a 2819 familias y 3.670 menores.

Asimismo, durante esta última década, la Fundación de la Esperanza se ha encargado también de gestionar la Casa De Recés, que ha acogida ya a un total de 196 mujeres en situación de vulnerabilidad de entre 18 y 35 años, la mayoría de las cuales ha vivido situaciones de violencia, con el objetivo de promover su autonomía y empoderamiento y favorecer su proceso de emancipación. Para dar continuidad a la labor que la entidad realiza en lo referente a la emancipación de estas mujeres en el centro residencial, con capacidad para 44 personas, la fundación ha puesto en marcha 4 pisos con apoyo educativo y que cuentan con 12 plazas

Pero además, durante sus diez años de vida, la Fundación de la Esperanza también ha impulsado nuevos proyectos para dar respuesta a las necesidades sociales que se han ido detectando con el paso de los años y, en este sentido, cabe señalar que, a raíz del conflicto de Ucrania, la entidad se ha sumado a 'Familia necesita familia', una iniciativa impulsada por la Fundación “la Caixa” y el Ministerio de Inclusión para poner en contacto a familias refugiadas con familias acogedoras. O el proyecto Espacio Familiar, mediante el que se ofrece a las familias un acompañamiento en el proceso de crianza de niños de 0 a 3 años y en el que en su primer año han participado 64 madres y bebés.