Incendios

Galicia frente al fuego: brigadistas heridos, aldeas arrasadas y bosques centenarios en peligro

La ola de incendios ha calcinado ya el 10% de la superficie de la provincia de Orense mientras continúa llegando apoyo de toda España

Declarado el nivel 2 por un incendio en Toques (A Coruña), con 200 hectáreas arrasadas. Los incendios que combaten en estos momentos los servicios de extinción en Galicia han calcinado unas 32.000 hectáreas y mantienen a más de 320 personas confinadas en la comunidad autónoma.
Incendio en Toques (La Coruña)Eliseo TrigoAgencia EFE

Detrás del rojo y naranja de las llamas que va devorando montes y praderas apenas quedan tiras de mugre y ceniza, como pobres cicatrices negras que recuerdan la tragedia. Laderas de árboles reducidos a esqueletos, aldeas que despiertan entre el humo y montañas que huelen a carbón. Un panorama que sitúa a Galicia frente a la peor ola de incendios de su historia reciente, con más de 72.000 hectáreas arrasadas en apenas diez días. El 10 % del territorio de Orense es ya tierra calcinada.

El fuego de Larouco (Orense), convertido en el mayor jamás registrado en Galicia con 20.000 hectáreas carbonizadas, simboliza la magnitud del desastre. Sus llamas, originadas en la parroquia de Seadur, cruzaron el río Sil y alcanzaron una decena de municipios, entre ellos Quiroga, O Barco de Valdeorras, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, A Rúa, Petín, Rubiá, A Veiga y Vilamartín de Valdeorras. En su extinción participan la UME, 34 técnicos, 113 agentes, 154 brigadas, 110 motobombas, 11 palas, 10 helicópteros y 11 aviones.

Otros dos grandes frentes completan el podio de los mayores incendios registrados en Galicia: el de Chandrexa de Queixa, con 17.500 hectáreas arrasadas tras unirse varios focos; y el de Oímbra-Xinzo, que iniciado en la parroquia de A Granxa suma ya más 15.000 hectáreas.

Pueblos bajo asedio

Un fuego que, si bien afecta de modo principal a la provincia de Ourense, no entiende de fronteras, propagándose en los últimos días hasta Lugo, donde municipios como Quiroga luchan para contener el avance de las llamas. Allí, los vecinos viven en vilo, pendientes de un cambio de viento que podría encerrarles entre llamas.

Tampoco se libra el corazón natural de Galicia. En Peña Trevinca, el incendio que entró desde Zamora había quemado ayer más de 20 hectáreas del bosque más antiguo de la Comunidad, amenazando al Teixadal de Casaio (Carballeda de Valdeorras, Orense), uno de los mayores bosques de tejos de Europa que esconde ejemplares centenarios.

Solidaridad

La magnitud de la catástrofe resulta equiparable a la ola de solidaridad. Bomberos de Málaga, Cádiz y Madrid se han desplazado a Orense para reforzar los dispositivos locales, al igual que efectivos de Mossos d’Esquadra y un ertzaintza que colaboran con Protección Civil en Vilar de Barrio.

Mientras tanto, la Xunta trabaja para restablecer servicios básicos. Las llamas habían dañado redes eléctricas y de comunicaciones en Orense, pero un operativo tecnológico con antenas satélite y más de 80 kilómetros de fibra desplegada permitirá que hoy miércoles la asistencia sanitaria recupere la normalidad en todos los centros de salud.

Heridos en la lucha contra el fuego

La tragedia se mide también en daños personales. Cuatro integrantes de uno de los operativos —tres brigadistas y un bombero— permanecían ayer ingresados, uno de ellos en estado muy grave, en A Coruña, con quemaduras e intoxicaciones por humo.

Daños que se suman a los económicos: en A Rúa, un incendio dañaba gravemente la planta de Autoneum, proveedora de Stellantis Vigo. Por este motivo, la factoría de Balaídos suspendió ayer parte de su producción de furgonetas por problemas de suministro.

Nuevas detenciones y balance

Asimismo, en la jornada del martes se conocía también la detención de un hombre de 47 años como presunto responsable de un incendio en el municipio orensano de Vilardevós que arrasó más de 500 hectáreas. Se le investiga como autor de un fuego declarado el 1 de agosto que obligó incluso a confinar a dos localidades.

En la tarde de ayer permanecían siete incendios activos en Galicia. La buena noticia es que se han estabilizado los de Maceda, con 3.500 hectáreas afectadas, y el de Fumaces y a Trema, en Vilardevós.