Drogas disfrazadas de sales de baño

Las investigaciones se han desarrollado en colaboración con las policías de de Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania y coordinadas en el seno de Europol.

Se venden como sales de baños, fertilizantes, complementos alimenticios o como euforizantes legales. Pero aunque no estén fiscalizadas internacionalmente como drogas ilegales, tienen efectos adversos para la salud al igual que las que sí lo son, pudiendo producir también la muerte. Con el fin de sacar del mercado estas sustancias, la Guardia Civil ha estado inmersa durante casi dos años en dos operaciones que se han saldado con la detención de 52 personas -de las que no constan que tuvieran antecedentes- y la incautación de unas 150.000 dosis (a la que

hay que sumar envases con diferente número de dosis) de dos grupos: cannabinoides sintéticos, que producen efectos similares a los de la marihuana y sus derivados catinonas sintéticas, que se usan como alternativa de las anfetaminas, MDMA o cocaína. Con el plus de que son más baratas, de modo que el vendedor saca más partido, ya que prácticamente son todo beneficios.

La operación "Koroway"llevó casi dos años. Se desarrolló en Almería y se saldó con 43 detenidos de nacionalidad española y más de 3.000 dosis incautadas. La investigación arrancó después de que la Guardia Civil inspeccionase un establecimiento tipo “Grow Shop” situado en Roquetas del Mar (Almería) y localizara diversos tipos de cannabinoides sintéticos y otros tipos de nuevas sustancias psicoactivas. Tras una investigación exhaustiva, los agentes detectaron la existencia de un grupo organizado dedicado a la importación, manipulación y distribución de este tipo de sustancias por el territorio nacional.

En cambio, la operación "Alimaya"comenzó después de que el Instituto Armado de Alicante tuviese conocimiento de la existencia de una empresa asentada en la provincia que podría estar dedicándose a la producción y distribución de cannabinoides sintéticos. En este caso, la venta no tenía lugar en España, sino que se los detenidos, nueve personas de nacionalidad belga y holandesa, actuaban en sus respectivos países tras importar las materias primas procedentes de China. Una vez en España estas sustancias eran elaboradas y almacenadas para su posterior venta a través de internet. Su principal mercado estaba en Alemania, donde se han registrado diversas intoxicaciones, llegándose a producir cuatro muertes relacionadas con estas drogas, de las que en un caso su relación es segura. Esta operación se ha saldado con nueve detenidos y más de 140.000 dosis incautadas.

“Cada dosis cuesta en el mercado entre 10 y 20 euros y el coste de las materias primas es insignificante por lo que los beneficios que obtenían eran inmensos. Sólo en Alicante se intervinieron mas de dos millones de euros, pero desconocemos, al menos por el momento, a cuánto han podido ascender sus beneficios económicos”, explican desde la Guardia Civil.

Estas nuevas sustancias se publicitan por internet como una sustancia natural, pero los compradores saben los efectos que producen bien porque lo han probado o porque algún amigo se lo ha dicho. Aunque se hace constar en los envases que el producto no es de consumo humano, se trata únicamente de una estratagema. El perfil del consumidor es un varón, de entre 25 y 34 años y policonsumidores. El de los detenidos son miembros delictivos de organizaciones criminales, así como empresas normales en apariencia, añaden los agentes.

Las investigaciones se han desarrollado en cooperación con las policías de Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania y han sido coordinadas en el seno de la Oficina Europea de Policía (Europol). También se ha contado con el apoyo de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).