Iglesia española
El respaldo de los españoles a la Iglesia a través del IRPF crece un 11,9% hasta 358,8 millones
Se puede constatar que aumenta el apoyo a la labor de las instituciones religiosas entre los 50 a 69 años, pero especialmente entre los jóvenes de 20 a 29 años
Referéndum ciudadano con un respaldo de récord. La Iglesia ingresará 358,8 millones de euros gracias a la última campaña de la Renta correspondiente al ejercicio fiscal de 2022. Es la mayor cuantía recibida desde que se pusiera en marcha el actual sistema de financiación, que data de 2006, y que propició que se eliminara toda partida directa del Estado a cambio de que los contribuyentes pudieran decidir si destinaban el 0,7% del IRPF a la Iglesia, a fines sociales o a ambos destinatarios. Este desembolso de los españoles ha permitido que se haya disparado hasta un 17% el dinero destinado tanto a la labor pastoral como a la asistencial.
Esos 358,8 millones procedentes de este particular «cepillo» suponen 38 millones más que el año anterior, cuando los españoles decidieron entregar 320,7 millones. Este 11,9% más confirmaría la confianza y credibilidad social hacia la Iglesia cuando, a priori, el viento no soplaría a favor. Por un lado, cuando la crisis generada por los abusos sexuales arrecia. Y, por otro, con una secularización que ha hecho descender el número de creyentes. No es de extrañar que este jueves, al presentar los datos, pudiera sacar pecho el director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad: «En momentos de tanta confrontación política y polarización, pocas cosas ponen más de acuerdo a los españoles que la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta». Y es que no solo aumenta el dinero recaudado, sino que también lo hacen los contribuyentes a favor. En total, se ha marcado la casilla de la equis de la Iglesia en 7,6 millones, 209.218 más que en la campaña anterior. Este dato se eleva hasta los 8,7 millones si se suman las declaraciones conjuntas. «La Iglesia se somete cada año a un examen de confianza», insistió Albalad.
Eso sí, atendiendo al cómputo general de declaraciones, sí habrían descendido de un 31,39% a un 30,99% las declaraciones a favor de la Iglesia. ¿El motivo? El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, lo explica desde el «aumento en más de cinco décimas de los declarantes que han dejado la casilla en blanco».
Con estos datos provisionales en las manos, también se puede constatar que aumenta el apoyo a la labor de las instituciones religiosas entre los 50 a 69 años, pero especialmente entre los jóvenes de 20 a 29 años. Es en este colectivo, que correspondería a la generación Z y a los millennials, donde habrían surgido 11.000 declarantes más a favor de la Iglesia. Esto se traduciría en un aumento en términos absolutos de casi 800.000 euros.
En cuanto al tipo de declaración, individual o conjunta, se ha mantenido la tendencia del incremento de asignaciones en tributación conjunta, por lo que, por primera desde que tenemos datos, el porcentaje (32,5%) supera al de las declaraciones individuales (31,46%).
Al analizar la aportación por regiones, la equis confesional aumenta en todas las comunidades autónomas, salvo en Navarra. Giménez Barriocanal quiso matizar al respecto que «en las Haciendas Forales no funciona exactamente igual la interlocución y provoca algunas desintonías». Más allá de la excepción navarra, a la cabeza de las declaraciones proeclesiales se encuentran Andalucía con 1,6 millones, Madrid (1,4 millones) y Comunidad Valenciana (759.133). Si se elaborara un ranking en lo que al importe asignado se refiere, al frente se situarían los 104,2 millones de euros que donan los madrileños, seguidos de los 52,4 que ceden los andaluces y los 40,4 millones que llegan desde Cataluña.
«Hay que llamar la atención sobre el enorme mecanismo de comunión eclesial que hay en estas cifras. Esos recursos van a otros, donde son necesarios», enfatizó el vicesecretario económico de los obispos, que recordó que ese reparto a cada rincón de nuestro país se realiza a través de Fondo Común Interdiocesano.
Esta hucha compartida por los obispos es la herramienta que canaliza la distribución del cepillo tributario desde las diócesis con mayores recursos a aquellas que, por ejemplo, pertenecen a la España vaciada.
En cualquier caso, la asignación del IRPF constituye el 22% de la financiación de las diócesis, lo que habla de la autonomía de la Iglesia a la hora de cuadrar sus cuentas por otras vías como el trabajo propio, iniciativas de sensibilización… De hecho, las colectas han crecido en 11% respecto a 2021, llegando a los 382 millones de euros.
Con estos datos por delante, desde la Conferencia Episcopal ya se trabaja en cómo llevar a cabo la próxima campaña de concienciación. Así, se centrará en cada una de las personas que cada año muestran su confianza en la labor de la Iglesia marcando la equis al hacer la declaración.
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