
Vivienda
La impotencia de la Policía ante los okupas: “Somos una patrulla y son 25, se ríen de nosotros”
Los vecinos de Torelló denuncian el aumento de robos debido a su presencia y señalan directamente a un grupo de jóvenes extranjeros

Los okupas son despiadados, solo buscan vivir de forma gratuita. Nada importa el nivel adquisitivo de los propietarios, ni siquiera el suyo como muestra el caso de Mabel,“hijastra de Fernando Rey que se casó con un exjugador del Real Madrid”, y acumula una deuda de 32.000€ tras convertirse en inquiokupa. Los dueños afectados también son de cualquier clase social e incluso los más conocidos viven un calvario. Antonio Montero estalló tras ser víctima de un inquiokupa y cargó contra Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Las consecuencias son fatales para los propietarios, pero también los vecinos que ven como su tranquilidad se ve interrumpida por la presencia de estos individuos. Esta situación la denuncian los vecinos y la Policía de Torelló, un municipio de la comarca de Osona, en Barcelona. Antena 3 muestra su indignación con el aumento de la delincuencia provocado por los okupas instalados en una de las calles de su municipio.
Situación límite por los okupas
Los vecinos no pueden más con la situación propiciada por los okupas, concretamente un grupo de jóvenes extranjeros. Su hartazgo con los okupas les ha llevado a irrumpir el pleno municipal para protestar contra la inseguridad que se vive en sus calles. Un comercio ya ha sido asaltado en dos ocasiones en 15 días como muestran las cámaras de seguridad del establecimiento y no es el único. También se han producido robos en otros tres locales.
Los vecinos confiesan su principal sentimiento: el miedo. "La gente tiene bastante miedo a salir a la calle, sobre todo los días de cobro, porque hay bastantes robos", aseguraba un vecino de manera anónima. La calle en la que viven los okupas, a la que no accedió la reportera por recomendación vecinal, se ha convertido en territorio hostil: "Por la calle esa no pasan por miedo a que les pase algo", asegura un vecino sin mostrar su cara.
Una petición unánime: el aumento de la seguridad
Los vecinos están al límite: "Hay mucha gentre preocupada por la inseguridad que hay en el pueblo", reclama otro vecino anónimo. "Si llaman a la Policía y la Policía no va y no pide refuerzos, no se puede solucionar esto", denuncia un vecino. Un agente muestra su impotencia: "Es imposible hablar con ellos. Nosotros sólo somos dos, somos una patrulla, hemos ido allí a hablar y son 25". Reclaman mayor ayuda: "Nosotros no acabaremos nunca con esto, ya no sabemos qué hacer". Una frase resume la triste situación: "Se ríen de nosotros, nos echan fuera".
Algunos vecinos explican lo mismo: "La policía no puede hacer nada y tenemos miedo de que nuestros hijos salgan a la calle". El Ayuntamiento se defiende argumentando que no pueden contratar más agentes ni recibir la ayuda de los Mossos. El regidor Marçal Ortuño señalaba a los vecinos que están atados: "El problema no es por falta de voluntad, sino porque hay una ley, la de la tasa de reposición, que no nos lo deja hacer". El día a día de este pueblo muestra la impunidad de los okupas en España con la legislación actual.
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