Incendios

Incendios forestales: «Zona centro y Orense, a priori, las áreas más preocupantes este verano»

Un miembro de la Unidad Militar de Emergencia (UME), realiza labores de extinción en el incendio forestal de la localidad orensana de Entrimo
Un miembro de la Unidad Militar de Emergencia (UME), realiza labores de extinción en el incendio forestal de la localidad orensana de Entrimolarazon

Mañana, 15 de junio, arranca la campaña de verano de incendios forestales. Tras un año bastante seco, y sobre todo teniendo una gran parte de la superficie forestal arbolada del país sin apenas gestión, el temor a que los incendios devoren nuestros montes es evidente.

Mañana, 15 de junio, arranca la campaña de verano de incendios forestales. Tras un año bastante seco, y sobre todo teniendo una gran parte de la superficie forestal arbolada del país sin apenas gestión, el temor a que los incendios devoren nuestros montes es evidente. “Hay una parte de España que ha tenido una temporada muy seca que es básicamente el centro de la península. Además, en la zona central no es previsible que vengan lluvias hasta el otoño y, por tanto, es donde tiene peor pinta.La zona del Cantábrico ha tenido pocas precipitaciones pero puede llover en verano, pero no es habitual que lo haga en el interior de Galicia y Orense, unas zonas que siempre son especialmente peligrosas en materia de incendios forestales, pero en un año seco aún más. Ha llovido mucho durante el invierno de Canarias hasta Cataluña, pero fue en invierno, y la primavera ha sido cálida y ya se está secando el monte. Así que este verano va a depender del régimen que tengamos. Si se estabiliza el levante, el mediterráneo va a estar razonablemente tranquilo aunque siempre puede haber un par de días de viento de Poniente que gire la situación”, explica el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas. En definitiva, “la zona centro y Orense -prosigue-, es lo que veo más problemático este año, porque venimos de un invierno seco. No obstante, luego dependerá de la meteorología del verano”.

Y es que resulta imposible predecir cómo se comportarán las llamas este verano, puntualiza Inés González Doncel, vicedecana. Aunque hay factores que podrían ayudar, y mucho, a prevenir los incendios forestales, como es la gestión, una partida que se ha ido reduciendo desde el comienzo de la crisis. “Antes de la crisis la partida destinada a la gestión (que incluye prevención) ascendía como mínimo a 600 millones de euros y ahora únicamente se destinan 300 millones”, hace hincapié Eduardo de Rojas. En extinción, en cambio, la partida no se ha visto alterada notoriamente, siguen “siendo unos 1.000 millones de euros”. Aunque la partida de extinción es importante, dada la superficie forestal del país (que va en aumento), resulta imprescindible aumentar la gestión. “Para los espacios de Red Natura se destinan 90 euros por hectárea y año para la gestión, por lo que debería ser la cuantía que se destinase a nuestros montes”, explica González Doncel. Es decir, dado que la superficie forestal asciende a 27 millones de hectáreas, la cuantía destinada a gestión debería ascender a 2.430 millones de euros. Una cifra similar es la que apunta el decano: “deberían invertirse entre 2.000 y 2.500 millones de euros en gestionar nuestros montes. Turquía, con una extensión forestal similar a la nuestra, destina 2.000 millones. “Aunque yo con 50 euros por hectárea lo firmaba ya”, apunta la vicedecana. Pueden parecer cifras elevadas, pero “en el año 1965, el 1% del gasto de la Administración pública iba al sector forestal, lo que trasladado a la situación actual, equivaldrían a 3.000 millones”.

Desde el Colegio, tras recordar los valores que aportan los bosques para la sociedad, hicieron hincapié en que estos beneficios siguen hoy sin compensarse. Por eso, consideran esencial establecer una fiscalidad ambiental en la que se grave un impuesto al uso de combustibles fósiles y al agua, que después iría destinado a nuestros montes. Es decir, que se eleve y se haga realidad esa Proposición No de Ley aprobada en el Congreso el pasado 30 de marzo para establecer un fondo forestal . “En Costa Rica este impuesto se puso ya en el año 1996 y ha duplicado la extensión de bosques desde entonces. Además allí pagas 10 euros al salir del país aunque no hayas ido a un Parque Nacional”. También consideran esencial desarrollar la bioeconomía, una medida que permitiría repoblar las zonas rurales despobladas.