Sociedad

La isla cuyos habitantes intentan matarte si te acercas: cazan con lanzas y no conocían el fuego hasta hace unos años

Esta sociedad aislada se considera la más vulnerable del planeta debido a su falta de inmunidad ante enfermedades comunes

Los vertidos procedentes de las explotaciones agrícolas intensivas tiñen las aguas del mar Menor en torno a la Isla Perdiguera (Murcia).
Los vertidos procedentes de las explotaciones agrícolas intensivas tiñen las aguas del mar Menor en torno a la Isla Perdiguera (Murcia).Pedro Armestre Pedro Armestre para Greenpeace España

En un rincón remoto del mar de Andamán, se encuentra un enigma viviente en pleno siglo XXI: Sentinel del Norte, un territorio donde sus habitantes parecen arraigados en un pasado ancestral. Estos individuos, desconocedores del fuego hasta hace pocos años, mantienen un estilo de vida que evoca épocas prehistóricas: cazan con rudimentarias lanzas y arpones, desconocen la agricultura, caminan desnudos y se comunican en una lengua ininteligible para el resto del mundo.

El tamaño exacto de la población de la isla, perteneciente al archipiélago indio de Andamán y Nicobar, es desconocido, estimándose entre 15 y 500 personas, aunque no existen censos oficiales que proporcionen cifras precisas. No obstante, lo que sí se conoce es la extrema hostilidad de sus habitantes hacia cualquier intento de contacto exterior.

Esta sociedad aislada se considera la más vulnerable del planeta debido a su falta de inmunidad ante enfermedades comunes. A pesar de un único contacto pacífico en 1991, las autoridades indias prohibieron todo acercamiento a la isla en un radio de cinco kilómetros desde 2005.

A pesar de los riesgos, hay intentos ocasionales de acceder a esta isla de 60 km2, teóricamente accesible y cercana a otras islas del archipiélago. Quienes han logrado acercarse informan que los sentineleses son notoriamente altos y poseen puntas de metal en sus armas, posiblemente obtenidas de naufragios cercanos, indicando una evolución desde la Edad de Piedra hasta la del Hierro.

Sentinel del Norte, con su riqueza ecológica, enfrenta desafíos modernos como el cambio climático y desastres naturales. El terremoto y tsunami del Sudeste Asiático en 2004 afectaron sus arrecifes de coral, poniendo en riesgo la supervivencia de estos ecosistemas y las áreas de pesca.

En la actualidad, pocos vuelos y helicópteros sobrevuelan la isla a una distancia segura, limitando cualquier verificación sobre el estado de los sentineleses. El futuro de esta enigmática tribu y su entorno natural permanece en una incierta encrucijada entre la preservación ancestral y la amenaza de desaparición debido a la interacción forzada con un mundo exterior que ellos rechazan. La incógnita persiste: ¿Será Sentinel del Norte un último paraíso terrenal o su tribu enfrentará un destino trágico vinculado a la pérdida de sus recursos naturales? El tiempo revelará el desenlace de esta historia única y ancestral en pleno siglo XXI.