Transporte público
Un italiano alucina con los autobuses en España: “Es totalmente diferente”
Davide Militano detalló las principales diferencias entre ambos países, teniendo totalmente claro el sistema de trasporte público que prefiere
Cuidado con los autobuses si vas a Italia. Esta advertencia es muy repetida cada vez que un español comunica a un conocido que se va a alguna ciudad italiana de viaje. El problema viene porque en España el billete se valida al subir, pero en el país transalpino se debe comprar previamente. Muchas veces los españoles se suben directamente al ver que el conductor no les solicita su billete, pero luego aparecen los revisores y aparecen las sanciones.
La mayoría de españoles se ven sorprendidos por este sistema de pago, muy incómodo para aquellos que no están acostumbrados. La sorpresa es bidireccional ya que los italianos también se sorprenden con el transporte público español y no solo por la forma de pagar en el autobús. Davide Militano, creador de contenido italiano con 240.000 seguidores, sube habitualmente vídeos reflexionando sobre diferencias entre ambos países, pero se mostró especialmente sorprendido por el funcionamiento de los autobuses públicos en España.
España e Italia, polos opuestos
"Otra cosa que pasa en España que en Italia nunca a va a pasar", comienza afirmando en su vídeo. Empieza explicando cómo son los autobuses en Italia: "Son súper viejos, no están cuidados y hay poca organización". Rápidamente da a entender que el sistema de su país no le gusta absolutamente nada. Al hablar sobre España, su tono cambia: "En España es totalmente diferente", afirma.
Desvela algunos puntos especialmente positivos de los autobuses en nuestro país: "Los autobuses funcionan, son limpios y son nuevos". Sin embargo, hay algo que le llama la atención por encima del resto: "La cosa que más me sorprende es algo que os voy a enseñar y vais a flipar". Lo que muestra es una marquesina en la que aparece el tiempo que les quedan a los diferentes autobuses para llegar a la parada, algo totalmente normalizado aquí, pero que no lo está tanto fuera.
España favorece la organización
Señala sorprendido los datos que aparecen: "El número del autobús, la zona y los minutos que faltan". Reflexiona sobre la gran ventaja de este sistema: "La gente sabe perfectamente cuando el autobús te viene a recoger, cuando vas a llegar y lo que tienes que esperar. La gente se puede organizar". Sentencia: "Me parece maravilloso". Vuelve a Italia para criticar su organización: "En Italia vamos y no sabes si vas a llegar, si vas a coger el autobús".
Señala que hay un colectivo especialmente afectado por esto: "Sobre todo para las personas un poquito más grandes de edad (personas mayores), sería bonito que Italia mejorase eso". Otro italiano le replica en los comentarios: "En Italia hay apps para controlar el horario de los buses, cierto que el transporte deja que desear en algunas ciudades pero en otras más pequeñas especialmente al norte el servicio es más que bueno, en Roma no todos los buses son viejos y cuando ven que la gente no paga es porque casi todos tenemos abonos".
Los nombres, su otra gran sorpresa
"Los nombres de los españoles te confunden", afirma en otro de sus vídeos. "Son muy parecidos a los italianos, básicamente son iguales", señala con un claro ejemplo: "Yo me llamo Davide que es David". Sin embargo, explica que no todo es tan sencillo: "El problema viene cuando te presentan a una persona que te saluda como Francisco y un amigo suyo le llama Paco. Tú te quedas... ¿Cómo Paco? ¿Qué tiene que ver". Pone más ejemplos y concluye: "Me parece muy gracioso".