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"Karkubi", el cóctel alucinógeno marroquí fabricado con fármacos obtenidos en España con recetas falsas

La operación se ha saldado con la detención de 28 personas

Imagen del material incautado por la Policía
Imagen del material incautado por la Policíalarazon

La Policía ha detenido en la provincia de Madrid a 28 personas que, presuntamente, formaban parte de una organización criminal dedicada a la falsificación de recetas médicas para adquirir benzodiacepinas.

Tras largas investigaciones, la Policía Nacional hadetenido a 28 personas por contrabando de medicamentos para la fabricación del “karkubi”. Esta droga se consigue mediante la mezcla de benzodiacepinas y hachís, alcohol, harina o colorante. Es mayormente consumida por los estratos sociales más bajos de Marruecos. Las personas involucradas en la adquisición fraudulenta del fármaco, para su posterior traslado a Marruecos, han sido investigadas desde principios de este año. La tarea no ha sido fácil.

La presunta banda delicuencial tomaba numerosas precauciones para poder llevar a cabo, sin correr riesgos, su fechoría. Cambiaban constantemente de domicilio, de teléfono y de vehículo, llegando a utilizar hasta seis coches diferentes en un mismo día. Sin embargo, esto no fue suficiente para despistar a los agentes que seguían la pista a esta presunta organización criminal. En un primer momento las benzodiacepinas eran adquiridas en Madrid, pero el cerco policial y las cada vez mayores trabas de los farmacéuticos para dispensar el medicamento, hizo que tuvieran que ampliar su radio de compra a otras regiones como Castilla la Mancha, Castilla y León o la Comunidad Valenciana. El modus operandi era simple: viajan en grupo a cualquiera de estos puntos, cargados de recetas falsas, y recorrían las farmacias del lugar, llegando a obtener entre 15 y 20 cajas al día, por persona. Cada caja les retribuía entre 30 y 40 euros, al entregarlas al superior que se encargaba de almacenarlas, y posteriormente de organizar el transporte periódico a Marruecos.

Las investigaciones comenzaron debido a numerosas denuncias de centros médicos que manifestaban que les habían sustraído material médico de sus consultas -talonarios de recetas, sellos de facultativos y tarjetas sanitarias-. Tras meses de investigación, la Policía Nacional pudo determinar que se encontraban ante un grupo delincuencial que falsificaba las recetas para conseguir medicamentos fraudulentamente. Lo hacían de manera manuscrita o con avanzados métodos informáticos pero con tal precisión que parecían auténticas y resultaba casi imposible detectarlas.

Tras la identificación y localización de los autores, los agentes les detuvieron y fueron puestos a disposición judicial. Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan nuevas detenciones. A principios del mes de junio los agentes realizaron cuatro registros domiciliarios -dos en Madrid y dos en Parla- en los que se intervinieron más de 33.000 pastillas, 581 recetas médicas, nueve sellos de facultativos, 14 tarjetas sanitarias, más de 48.000 euros en metálico, seis vehículos de alta gama y una troqueladora de matrículas. Estos medicamentos intervenidos podrían haber adquirido en el mercado negro un valor de 150.000 euros.