Sucesos

La autopsia confirma que la niña de Málaga no murió asfixiada por su padre

El Instituto de Toxicología de Sevilla determinará en 10 días si fue envenenada

La familia de la menor estuvo arropada por centenares de personas en el funeral de Leonor en la iglesia de Santa María del Reposo
La familia de la menor estuvo arropada por centenares de personas en el funeral de Leonor en la iglesia de Santa María del Reposolarazon

El caso de la doble muerte que el pasado lunes conmocionó a los vecinos de Campillos (Málaga) sigue sin resolverse tras la autopsia. El informe del forense no ha podido concluir una causa del fallecimiento de Leonor, de seis años, pero descarta la posibilidad de que fuera asfixiada por su padre. Ahora queda por determinar si la menor fue envenenada, para lo que ayer se enviaron muestras al instituto de Toxicología de Sevilla, que tardará unos diez días en tener los resultados de los análisis. Existe una tercera posibilidad, aunque remota, de que la menor muriera ahogada durante un ataque epiléptico, lo que también explicaría la presencia de espuma en la boca de la niña. Lo que sí confirma la necropsia es que el padre, Diego G.P., de 32 años, falleció ahorcado.

Estos resultados no hacen más que mantener las dudas existentes en torno al caso. Los vecinos y el propio alcalde todavía no han podido asimilar cómo Diego, una persona tranquila, apocada, pudo cometer un crimen como este. En cambio, todos los indicios apuntan a que se trata de un nuevo caso de violencia doméstica.

Lo cierto es que Diego y su pareja, P.G.V., tenían problemas. En 2011, la madre de Leonor denunció a Diego por malos tratos –él la amenazó con matarla–, pero prefirió no seguir adelante con el proceso. En cambio, el Juzgado de Instrucción número 3 de Antequera continuó con la causa y condenó al padre de la niña a seis meses de prisión, y dictó una orden de alejamiento y prohibición de comunicación durante dos años. Mientras tanto, la pareja comenzó los trámites de separación y acordó que P.G.V. se quedara con la guardia y custodia y Diego tuviera un régimen de visitas. Así, Leonor y su madre se trasladaron en noviembre a Mataró (Barcelona). La menor visitó a su padre en Navidades y en Semana Santa. El pasado miércoles, con la niña ya en Campillos, el juzgado dictó la sentencia de divorcio, lo que pudo servir de desencadenante.

Este suceso ha generado numerosas reacciones. Mientras que la presidenta de la Federación Estatal de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María del Campo, reclamaba la suspensión de cualquier régimen de comunicación y visitas a padres condenados por violencia de género, el juez decado de Madrid, José Luis Rodríguez Armengol, pidió prudencia porque ya existen los mecanismos para evitar estas tragedias: «Los jueces estudian caso a caso y en sus decisiones prima siempre el interés del menor», dijo.

«Paraguas» de protección

Por su parte, el PSOE anunció que presentará una proposición de ley esta semana con el objetivo de mejorar la protección de los menores en los casos de violencia machista. De forma paralela, el secretario de Estado de Servicios Sociales, Juan Manuel Moreno, anunció que el Gobierno aprobará un Plan de Infancia y Adolescencia en el próximo Consejo de Ministros, que incluye un «paraguas» de protección a los menores ante este tipo de violencia, un registro unificado de víctimas y garantías para la atención jurídica y psicológica.