Fraude de la carne de caballo

La CE descarta definitivamente riesgos sanitarios por el «fraude del caballo»

El "fraude de la carne de caballo"afecta a cinco de cada cien productos cárnicos vendidos en la Unión Europea (UE), según la evaluación publicada hoy por el Ejecutivo comunitario, que descartó definitivamente que este escándalo alimentario suponga riesgos para la salud humana.

El "fraude de la carne de caballo"afecta a cinco de cada cien productos cárnicos vendidos en la Unión Europea (UE), según la evaluación publicada hoy por el Ejecutivo comunitario, que descartó definitivamente que este escándalo alimentario suponga riesgos para la salud humana.

Estas son las principales conclusiones extraídas de los controles extraordinarios realizados entre marzo y abril por las autoridades nacionales, publicadas hoy por la Comisión Europea (CE) con objeto de determinar el verdadero alcance del fraude, así como sus implicaciones sobre la seguridad alimentaria.

Los Veintisiete analizaron un total de 4.144 muestras de productos procesados a base de carne y etiquetados como vacuno -entre ellos hamburguesas, albóndigas, lasañas o salsas boloñesa-, de los que 193 contenían ADN de caballo (el 4,66 %).

Los mayores porcentajes de productos con etiquetado fraudulento se registraron en Francia y Grecia, ambos en torno al 13 %, mientras que España, con un 4,2 %, se situó ligeramente por debajo de la media europea, según los datos divulgados por el Ejecutivo comunitario.

Las autoridades nacionales también analizaron muestras de la carne de caballo que llega a los mataderos para determinar la posible presencia de fenilbutazona, un antiinflamatorio prohibido en la cadena alimentaria, controles que dieron negativo en 24 de los 27 Estados miembros.

En total se llevaron a cabo 3.115 análisis de este segundo tipo, y sólo se detectó presencia del fármaco en 16 (el 0,51 %), repartidos entre Reino Unido (14), Irlanda y la República Checa (un caso cada uno).

Estos datos "confirman que se trata de un caso de fraude alimentario, pero no de seguridad alimentaria", afirmó el comisario europeo de Sanidad y Consumo, Tonio Borg, en un comunicado.

"Habría que comer cientos de filetes de carne de caballo que contengan fenilbutazona para que esto pueda suponer un problema", afirmó hoy en rueda de prensa el portavoz comunitario del ramo, Frédéric Vincent.

Bruselas recordó asimismo las conclusiones publicadas el pasado lunes por la Autoridad de Seguridad Alimentaria de la UE (AESA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), que calificaban de "bajos"los riegos para la salud humana asociados al consumo del citado compuesto químico, empleado principalmente en veterinaria.

La probabilidad de que un consumidor susceptible de desarrollar anemia aplásica -una patología que afecta a la médula ósea asociada a la ingestión de fenilbutazona- se vea expuesto a dicho fármaco se sitúa entre "2 por cada billón y 1 cada 100 millones", señalaron ambas agencias.

El comisario europeo dio por zanjado el "escándalo de etiquetado", y destacó la necesidad de "restaurar la confianza de los consumidores"en la cadena alimentaria y en la industria del sector.

En este sentido, el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria de la UE, formado por expertos de los Veintisiete, debatirá el próximo viernes si se mantiene el plan de "controles extraordinarios coordinados"sobre los productos cárnicos en los Estados miembros.

Asimismo, Bruselas propondrá el próximo verano medidas destinadas a "reforzar los controles"en la cadena alimentaria a partir de las "lecciones aprendidas"por el episodio de la carne de caballo, según anunció Borg.

En particular, Ejecutivo comunitario tiene previsto presentar una propuesta legislativa para revisar las normas que se aplican actualmente a la cadena alimentaria, y que entre otras novedades contemplará las "sanciones financieras disuasorias"para productores que hayan cometido fraudes alimentarios.